Pese a que nadie en el sector financiero español quiso recoger el guante, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó la voluntad del Ejecutivo de "colaborar para conseguir un mapa más racional, competitivo y eficaz" del sistema financiero si se producen fusiones entre entidades. No se trata de un escenario muy lejano. A su juicio, es "probable" que haya fusiones y reestructuraciones en el sistema financiero español acelerados por la crisis.

"Cuando hay un momento como éste, de grave crisis, es probable no solo en España, también en otros países, que se produzcan situaciones de fusión o reestructuración", señaló Zapatero en la sesión de control en el Congreso, donde afirmó que el Ejecutivo "no señalará con el dedo a ninguna entidad".

Coincide, no obstante, con el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, en que en un momento como el actual las fusiones e integraciones pueden convertirse en un instrumento para reforzar a las entidades financieras. "Fernández Ordóñez apunta con razón que esa hipótesis es probable y que, lógicamente, si se produce por el impulso natural de las propias entidades habrá que colaborar para tener un mapa más racionalizado, más eficaz, más competitivo de nuestras entidades financieras", subrayó.

En su comparecencia en el Congreso la semana pasada, el gobernador del Banco de España, habló solo de procesos de reestructuración, no de fusión. Bancos y cajas se ven abocados a un descenso de la actividad, que implicará reducción de costes y mejora de la eficiencia. Las reestructuraciones, en las que no se descartan integraciones, serán inevitables, cree el gobernador.

El mensaje de ayer de Zapatero no fue improvisado. El presidente respondía a una pregunta escrita en la sesión de control del Congreso cuya respuesta había sido preparada previamente. Pero, una vez más, el anuncio del presidente parecía contrariar al vicepresidente económico, Pedro Solbes, quien, minutos después y en el pasillo del Congreso respondía con un lacónico "no tengo ningún comentario que hacer sobre ese punto" a preguntas de los periodistas. Más tarde, en Bruselas, negó que su departamento estuviera trabajando en un cambio legislativo para favorecer procesos de fusión y dijo desconocer que el PSOE estuviera preparando la reforma.

En el sector se considera que el paquete de medidas de apoyo financiero aprobado por el Gobierno y que debe gestionar el Banco de España "no será gratis". El regulador pedirá como contrapartida planes que respalden la solvencia de las entidades, lo que puede dar origen a acuerdos para garantizar la solidez. Otras fuentes financieras precisaron, sin embargo, que es demasiado pronto para que el Banco de España haya determinado cómo se concederán las ayudas.

Los bancos españoles descartan en este momento que necesiten implicarse en fusiones. La estrategia de los grandes, Santander y BBVA, ha sido crecer por la vía de la expansión internacional. Su situación actual les permite mantener esa filosofía, en la que no entra incrementar la cuota del mercado español.

LAS QUINIELAS Los medianos --Popular, Sabadell, Bankinter y Pastor-- suenan en todas las quinielas, pero se ven a sí mismos más como participantes activos que pasivos. "Nuestra posición será compradora", se dice en el Banco Popular. "Si tenemos una oportunidad de compra, la aprovecharemos", se oye en el Sabadell. Así, las cajas parecen la diana más fácil sobre la que lanzar los dardos de la duda. Los procesos de integración en marcha --País Vasco, Andalucía y Extremadura-- se unen al reducido tamaño de algunas de ellas para que se propague la hipótesis.