La Unión Europea (UE) acordó anoche crear una célula de crisis financiera que seguirá detalladamente la evolución de los mercados y del sector financiero, que actuará como dispositivo de alerta y que coordinará las actuaciones nacionales frente los problemas que puedan ir surgiendo, según la propuesta de la presidencia francesa de la UE.

El nuevo organismo, al que podrá acudir cualquier Estado miembro de la UE, asegurará un intercambio de información inmediato y confidencial de la presidencia de la UE, de la presidencia del Banco Central Europeo (BCE), del presidente de la Comisión Europea y del presidente del Eurogrupo. La célula de crisis también podrá sugerir reacciones comunes de toda la UE.

El presidente francés y presidente semestral de la UE, Nicolas Sarkozy; la cancillera alemana, Angela Merkel; y el primer ministro británico, Gordon Brown, unieron ayer sus esfuerzos para intentar consensuar con el resto de socios los principios que deben regir la "refundación" del sistema financiero mundial para evitar que pueda volver a repetirse una crisis como la actual.

Sarkozy pidió al empezar el Consejo Europeo el respaldo a los demás dirigentes para que la UE lidere la celebración de una "cumbre internacional antes de final de año, de preferencia en Nueva York donde todo ha comenzado, para refundar el sistema financiero mundial". Sarkozy destacó que la reforma debe conducir a que ninguna entidad financiera siga escapando a la supervisión.

Brown precisó que en esa cumbre deben participar los líderes de las ocho grandes potencias (EEUU, Alemania, Japón, Francia, Italia, Gran Bretaña, Canadá y Rusia) más las nuevas potencias emergentes (China, India, Brasil y Suráfrica).

MERKEL, PIONERA Brown indicó que la reunión debía realizarse en noviembre o diciembre, tras las elecciones de EEUU. Merkel expresó que prefería que se realizara en noviembre, sin demorar más la cuestión. La cancillera lleva años defendiendo en las cumbres del G-8 la necesidad de una mayor y más estricta regulación financiera, pero hasta ahora Washington y Londres se habían opuesto para no perjudicar a sus plazas financieras.

Brown ha asumido ahora los planteamientos de Merkel. El primer ministro británico defendió también la creación de un "colegio de supervisores internacional", que controle en una primera etapa a los 35 mayores grupos financieros mundiales. Sarkozy, Merkel y Brown consideran asimismo imprescindible reforzar el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que actúe como supervisor general del sistema financiero mundial.