Iberdrola se ha mostrado dispuesta a admitir 27 concesiones para que el regulador neoyorquino Public Service Commission (PSC) le permita cerrar su mayor operación hasta la fecha en Estados Unidos mediante la compra de la eléctrica Energy East.

En la documentación remitida al regulador, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán muestra por primera vez su disposición a satisfacer, aunque solo parcialmente, dos de las principales reivindicaciones de los servicios técnicos del regulador y del juez administrativo que analizó el caso. Una de ellas, la de restringir el dividendo, aparece recogida en el nuevo argumentario de Iberdrola, aunque de forma suavizada. La eléctrica accede a limitar el flujo de dividendos desde Energy East hasta la matriz española durante un año, y se compromete además a suspender la retribución a los accionistas si se produjese una bajada en los rating de sus bonos.

Además, Iberdrola estaría dispuesta a cambiar los estatutos de Energy East para permitir una especie de acción de oro restringida a una hipotética bancarrota de la eléctrica estadounidense o de la española. Eso sí, esta acción de oro solo podría utilizarse en caso de liquidación. Está previsto que el regulador neoyorquino adopte una decisión el 3 de julio. En todo caso, Iberdrola cuenta con el respaldo de las autoridades del Estado, demócratas y republicanas.