El Ibex 35 despidió ayer con una caída del 0,77%, hasta los 13.170,4 puntos, un febrero caracterizado por la volatilidad. Pese a los vaivenes bursátiles y los niveles máximos alcanzados por las materias primas y el euro, el indicador que reúne a las principales empresas del país ha cerrado el mes sin apenas variación, con una ligera caída del 0,44%.

La sesión de ayer fue la más negativa de la semana. Buena parte de culpa la tuvo un informe que presentó UBS sobre el impacto de las subprime en la banca internacional. Según el banco suizo, los balances de las entidades financieras perderán 395.000 millones de dólares a causa de la crisis.

Las malas perspectivas provocaron pérdidas en la banca: Banesto (1,47%), BBVA (1,22%), Santander (1%), Bankinter (0,91%) y Sabadell (0,09%). El único valor que se salvó fue el Banco Popular, con un 0,3% de ascenso, impulsado por los rumores de que el financiero indio Ramchand Bhavnani podría estar pensando en entrar en su capital.

Las mayores subidas, con todo, correspondieron a empresas energéticas. Gamesa se benefició de un positivo informe de Goldman Sachs (2,07%), mientras que la nueva retribución de la distribución aprobada por el Gobierno favoreció a Red Eléctrica (1,62%) y Enagás (0,61%).

En el otro lado de la balanza, el valor más castigado fue Bolsas y Mercados Españoles. Se desplomó un 7,81%, a pesar de que el consenso del mercado dio por buenos los resultados que presentó. Las incertidumbres sobre el futuro de la inmobiliaria Colonial la convirtieron en el segundo valor más bajista, con un 3,7% de caída.

El descenso de la bolsa española fue, con todo, inferior al de las principales plazas europeas. Fráncfort se dejó un 1,67%, mientras que París perdió un 1,53% y Londres cedió un 1,4%. En el mercado de divisas, el euro continúa en máximos frente al dólar (1,5181). En la madrugada del jueves al viernes, el barril de crudo West Texas llegó a los 103,5 dólares.