La economía española creció con fuerza en el 2007 (el 3,8%, una décima menos que el 2006), pero en la última parte del año se acentuó la desaceleración, que se extendió a todos los sectores, según los datos que ayer difundió el Instituto Nacional de Estadística (INE). El 2007 arrancó con crecimiento del 4,1% y acabó con una tasa del 3,5% en el cuarto trimestre. El PIB superó la cifra del 1 billón de euros (1,049 billones).

Tanto el consumo de los hogares, como el de la administración, la obra pública, la construcción de viviendas, la inversión en bienes de equipo, la exportación y la importación se desaceleraron en el cuarto trimestre. Y todas las actividades, salvo la agricultura, perdieron fuelle, sobre todo la construcción, pero también el comercio minorista.

El total de la demanda interna creció el 3,9% (frente al 4,5% del tercer trimestre), pero la mejora del sector exterior compensó parte del retroceso. El empleo moderó su crecimiento hasta el 2,5% pero hubo 77.200 ocupados más que en el tercer trimestre (471.000 en el año).

INVERSION Y EXPORTACION Si se mira el 2007 en su conjunto, las cifras mejoran. Se aceleró la inversión en bienes de equipo y las exportaciones y ello sirvió para equilibrar la atonía del consumo y la construcción. La demanda interna creció el 4,6% y el sector exterior restó 0,7 puntos (1,2 puntos en el 2006). El avance del PIB español fue superior a la media de la Unión Europea (2,6%) y de la zona euro (2,3%). El presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, reconoció la desaceleración, que no es, subrayó, ni crisis ni recesión, y añadió que hay recursos ahorrados para apoyar a los sectores con "más dificultades". El portavoz del PP, Miguel Arias Cañete, afirmó que España está "al borde de una crisis económica importante".