El Euribor a un año, el tipo de interés más utilizado para calcular las hipotecas en España, ha cerrado noviembre en el 4,607 por ciento, con lo que suma su segunda bajada mensual consecutiva, que, no obstante, no supondrá un abaratamiento de los préstamos que se revisen ahora, que volverán a encarecerse.

El descenso de noviembre confirma los pronósticos de los analistas, que, en su mayoría, considera que el referente hipotecario tocó techo en septiembre y que en los próximos meses registrará un moderado descenso. Sin embargo, esta tendencia a la baja podría verse modificada próximamente, ya que, en su cotización diaria, el Euribor sumó hoy su máximo del mes y cerró en el 4,692 por ciento, frente al mínimo del 4,556 por ciento que sumó el día 12. Según datos del mercado, que deberán ser confirmados a mediados de diciembre por el Banco de España, el indicador se situó en noviembre por debajo de los cierres de los tres meses anteriores.

Esta rebaja, aunque representa un respiro para los hipotecados, no supondrá un abaratamiento de los préstamos para vivienda, que tanto en el caso de los que se revisen con periodicidad anual como los que lo hagan con carencia semestral, verán incrementadas sus cuotas, eso sí, de forma más moderada que en meses anteriores.

El hecho de que no bajen se debe a que en noviembre del año pasado el Euribor estaba en el 3,864 por ciento y hace seis meses quedó fijado en el 4,373 por ciento, en ambos casos por debajo del cierre de este mes. Así, para una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años y con un diferencial del 0,50 por ciento, las cuotas que se revisen anualmente subirán de los 822 a los 886 euros, lo que representa un sobre coste mensual de 64 euros y al año representa una carga para las familias de 768 euros. En el caso de las hipotecas que se calculan semestralmente, el incremento será de 20 euros al mes.

En agosto, el indicador cerró al 4,661 por ciento y en octubre en el 4,647 por ciento, en tanto que en septiembre se elevó al 4,725 por ciento tras sumar su vigésimo cuarta subida consecutiva, desde que en octubre de 2005 comenzara su escalada ininterrumpida.

El repunte del referente hipotecario estaba relacionado con la política de subida de tipos de interés emprendida en diciembre de 2005 por el Banco Central Europeo y que se vio frenada el pasado mes de septiembre tras la crisis crediticia vivida en agosto. Así, el 5 de septiembre llegó al 4,807 por ciento, su nivel más alto desde diciembre de 2000, justo antes de que el Banco Central Europeo (BCE) decidiera aplazar la subida de tipos de interés prevista para septiembre.

Desde entonces, al autoridad monetaria ha aplazado dos veces más la subida de tipos, lo que permitió la relajación del Euribor, que vuelve a registrar tensiones ante la posibilidad de que el BCE se vea finalmente obligado a subir el precio del dinero dados los altos niveles de inflación. Sin embargo, los analistas consideran que el Euribor se mantendrá a la baja en los próximos meses, aunque no registrará descensos agresivos, en tanto que BBVA y Banco Pastor opinan que en 2008 cerrará al 3,9 por ciento.

Esto se debe a que, en su opinión, el BCE no elevará el tipo de interés básico para contener la inflación con el objetivo de no alejarse de la política de rebajas de la Reserva Federal estadounidense, que previsiblemente volverá a recortar los tipos en diciembre, y evitar así que el euro se dispare respecto al dólar. El tipo que se aplica para revisar las cuotas es el resultado de la cotización media mensual del Euribor, que debe ser confirmada por el Banco de España, lo que sucede a mediados del mes siguiente.