Las dificultades que atraviesan los mercados financieros internacionales siguen pasando factura a la financiación del sector privado. El Banco de España confirmó ayer que ha constatado un "nuevo endurecimiento" de las condiciones de crédito en septiembre, que se ha visto acompañado por una desaceleración de la deuda de los hogares y las familias. El organismo que dirige Miguel Angel Fernández Ordóñez explica en su boletín económico de noviembre que en las últimas semanas ha percibido "nuevas tensiones" en el crédito. La crisis de las hipotecas basura del verano pasado en Estados Unidos mantiene, a su juicio, un "elevado grado de incertidumbre".

El informe señala que el coste de los préstamos concedidos a los hogares para la compra de vivienda y el consumo se situó en septiembre en el 5,49% y el 8,46%, por encima de los datos de agosto (5,43% y 8,32%). Además, el número de hipotecas constituidas en septiembre cayó el 10,39%, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística. Como consecuencia, el capital total prestado para la compra de vivienda cayó un 7,3%, hasta los 15.584,6 millones de euros.