Expertos y empresarios acentúan su pesimismo sobre la evolución de la economía española, ya que dan por hecho un cambio en el ciclo económico, y anticipan una "intensa desaceleración" durante el 2008. Esta es una de las principales conclusiones de la encuesta Consenso Económico correspondiente al cuarto trimestre del 2007, que elabora PricewaterhouseCoopers mediante entrevistas a 317 expertos y empresarios. El panel prevé un "inequívoco empeoramiento" de las expectativas para el 2008 por la crisis de las hipotecas subprime (de alto riesgo) en Estados Unidos.

El deterioro de la economía europea y sus efectos sobre el sector exterior podrían restar entre 2 y 3 décimas al crecimiento del PIB español en el 2008. Si se le suman el deterioro de las condiciones de solvencia de las familias españolas y los problemas financieros internacionales y su incidencia sobre la banca española se le podrían restar, en conjunto, entre cuatro y seis décimas más al aumento del PIB.

Respecto a la posibilidad de que la banca española sufra problemas de liquidez similares a los que han tenido algunas entidades europeas, el 60 de los encuestados se decanta porque será "muy limitado" y afectará a "pocas instituciones", por lo que se gestionará con "facilidad".

En este contexto, el 70,37 por ciento de los encuestados consideran "optimista" el escenario macroeconómico incluido por el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado para el 2008. Para el 27,78% es "ajustado", mientras que el 1,85% lo tilda de "pesimista".

De la previsión de inflación que contemplan los Presupuestos (el 2% fijado por el Banco Central Europeo) el 34,58% la ven optimista y el 69,81% ajustada; mientras la de empleo (del 2,2%) es optimista para el 67,29% y ajustada para el 32,71%.

De la proyección sobre la aportación negativa del sector exterior al PIB (0,6 puntos porcentuales) el 55,56% creen que es optimista y el 42,59% pesimista, mientras que de la de productividad (del 1,1%) la ven optimista el 55,24% y ajustada el 42,66%. Estos datos se traducen en que el 70% de los participantes siguen anticipando una desaceleración en los próximos dos o tres años (nueve puntos más que en el anterior consenso).

Los expertos también se muestran pesimistas (el 73%) sobre la situación económico-financiera de las familias en los próximos seis meses.