Los directivos de Delphi en Estados Unidos podrán recibir hasta 37 millones de dólares en concepto de bonificaciones después de que el juez que supervisa la suspensión de pagos de la compañía aprobase el desembolso. Los pagos están vinculados a que la empresa cumpla con determinados objetivos empresariales en los seis primeros meses del año y la cantidad final variará dependiendo de los resultados financieros que logren las diversas divisiones de la compañía.

Delphi, el mayor fabricante mundial de componentes para el automóvil y antigua subsidiaria de General Motors, se encuentra en suspensión de pagos desde finales del 2005 y todas sus transacciones y decisiones empresariales de importancia tienen que ser aprobadas por los tribunales federales. Los representantes de los trabajadores de Delphi se opusieron a que los directivos tenga derecho a la recompensa, pero el juez Robert Drain justificó su decisión al considerar que las bonificaciones son un procedimiento estándar en el mundo empresarial. "Es necesario que el equipo ejecutivo sea compensado al menos de alguna forma cómoda", afirmó el juez.

La compañía y los sindicatos llevan meses negociando un plan de reestructuración de la empresa en Estados Unidos que incluye reducciones de sueldos y de beneficios sanitarios. Delphi quiere reducir en un 66 por ciento su plantilla en Estados Unidos, cerrar 21 de las 29 fábricas que tiene en el país y recortar radicalmente los salarios que paga. Alrededor de 14.000 de los 24.000 empleados de Delphi afiliados a UAW, el principal sindicato estadounidense del sector del automóvil, en EEUU ya han aceptado las bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas ofrecidas por la empresa. Pero sindicatos y empresa han sido incapaces de llegar a un acuerdo sobre el contrato colectivo que regula salarios y prestaciones sanitarias.

Los abogados que representan a los sindicatos han expresado su disgusto con las bonificaciones y afirmaron que la aceptación del plan es un obstáculo para que se pueda llegar a un acuerdo. El pasado mes de octubre, el presidente de UAW, Ron Gettelfinger, cuestionó los elevados salarios de los directivos de Delphi a pesar de la crítica situación de la empresa y los sacrificios que piden a los empleados. "Son retorcidos, astutos, crueles y todo los que les preocupa es lo que puedan obtener para ellos mismos. No son nada más que un grupo de avariciosos glotones sentados en el abrevadero", acusó Gettelfinger.