Los descensos de las plazas mundiales por los problemas en el sector hipotecario estadounidense y la fortaleza del yen determinaron que la bolsa española bajara hoy el 2,72 por ciento, la segunda mayor caída del año, y que acabara en el mínimo del ejercicio, 13.602,40 puntos.

Así, el principal indicador de la bolsa española, el Ibex-35, retrocedió 380,50 puntos, el 2,72 por ciento, y terminó el día en 13.602,40, nivel similar al alcanzado a finales de octubre pasado y que implica acumular una caída del 3,85 por ciento respecto al cierre de 2006.

Por su parte, el índice general de la Bolsa de Madrid cayó el 2,74 por ciento, en tanto que el tecnológico Ibex Nuevo Mercado cedió el 2,29 por ciento.

En Europa, con el euro a 1,323 dólares y 153,7 yenes, Fráncfort bajó el 2,66 por ciento; Londres, el 2,61 por ciento; París, el 2,52 por ciento y Milán, el 2,45 por ciento.

La bolsa española abrió la sesión con un descenso considerable, afectada por la caída cercana al 2 por ciento de Wall Street en la sesión precedente, perjudicada por los problemas que atraviesa el sector hipotecario estadounidense con el aumento de la morosidad y la crisis de la entidad New Century Financial.

Con la ayuda de Tokio, que esta madrugada retrocedía cerca del 3 por ciento, y del retroceso de las plazas asiáticas -Hong Kong bajaba el 2,57 por ciento-, afectadas también por la situación de Wall Street y la fortaleza del yen, la bolsa española empezó el día con una caída del 2 por ciento que le situaba al borde del nivel de 13.700 puntos.

A pesar de que durante la mañana el yen se depreciaba ligeramente -el euro recuperaba la cotización de 154 yenes y el dólar la de 116 unidades- la bolsa discurría sobre ese nivel.

El mercado ignoraba el buen comportamiento del IPC francés, que crecía sólo el 0,2 por ciento el mes pasado y se situaba en el 1 por ciento interanual.

Tampoco hacía caso al crecimiento del 1,4 por ciento del empleo en la zona euro el año pasado ni a la caída del 0,2 por ciento de la producción industrial en enero.

La subida de Wall Street en la apertura, animada por el descenso del déficit por cuenta corriente estadounidense en el último trimestre del año pasado y por el débil crecimiento del 0,2 por ciento de los precios de importación, favoreció una disminución de las pérdidas y la bolsa se acercó al nivel de 13.800 puntos.

La caída del petróleo "Brent", que se negociaba a menos de 61 dólares por el aumento de las reservas estadounidenses y en espera de la reunión de la OPEP, no sirvió para contrarrestar la nueva revalorización del yen y el cambio de tendencia de Wall Street, que cedía alrededor del 0,7 por ciento al cierre español.

Con estas circunstancias y con todos los grandes valores presionando a la baja, especialmente los bancos, la bolsa acabó en el nivel de 13.600 puntos, el precio más bajo del día y de los cuatro últimos meses y medio.

Todos los grandes valores acabaron con pérdidas, que lideró el Banco Santander al bajar el 4,4 por ciento, la mayor bajada del Ibex.

A continuación se situó Telefónica, que cayó el 3,68 por ciento, en tanto que BBVA cedió el 3,5 por ciento; Repsol, el 3,2 por ciento, en tanto que Iberdrola bajó el 0,58 por ciento y Endesa, el 0,26 por ciento.

Después del Banco Santander se situó Sacyr, que bajó el 4,06 por ciento, mientras que ocho compañías perdieron entre el 3 y el 4 por ciento -FCC (3,89); Mapfre (3,85); Telefónica; Banesto (3,68); BBVA; Repsol; NH Hoteles (3,14) y Cintra (3,01)-.

Sólo una compañía acabó con ganancias, Altadis, el 1,81 por ciento, por los rumores de compra, mientras que el menor descenso correspondió a Metrovacesa, seguida de Endesa, Iberdrola y Unión Fenosa, que bajó el 0,78 por ciento.

En el mercado continuo, después de los derechos de NH Hoteles, que bajaron el 78,95 por ciento, se situó Sotogrande, con un recorte del 7,35 por ciento, mientras que de las seis únicas compañías con ganancias destacó la subida de La Seda de Barcelona, el 4,24 por ciento, por sus planes de expansión.

La rentabilidad de la deuda española a largo plazo se situaba en el 3,89 por ciento, en tanto que el efectivo negociado ascendió a 8.550 millones de euros, de los que cerca de 1.700 procedieron de operaciones entre inversores institucionales.

Todos los sectores del mercado madrileño bajaron. Tecnología, el 3,63 por ciento; servicios financieros, el 3,45 por ciento; materiales básicos, el 2,88 por ciento; servicios de consumo, el 1,97 por ciento; petróleo, el 1,29 por ciento, y bienes de consumo, el 1,09 por ciento.