Renault Vehículos Industriales reducirá su plantilla en España un 75% en los próximos tres años, al cerrar la planta que tiene en Villaverde (Madrid) y sustituirla por otra nueva en la que sólo trabajará la cuarta parte de sus actuales empleados. La filial de Renault Trucks presentará un expediente de regulación de empleo (ERE) y negociará con los sindicatos un plan de prejubilaciones y bajas incentivadas al que tendrán que acogerse 443 trabajadores.

La fábrica de Villaverde, cuyo cierre está previsto para finales del 2006 o principios del 2007, cuenta con una plantilla de 593 empleados. En ella se confeccionan piezas mecánicas y se ensamblan camiones de obras del modelo Kerax. La idea del grupo AB Volvo, propietario de Renault Trucks, es concentrar el montaje de camiones pesados e intermedios en sus plantas francesas de Lyón y Normandía.

La desaparición de la factoría será compensada con la construcción en Madrid de otra nueva que se dedicará a la fabricación de cigüeñales para todo el grupo Volvo, que engloba también las marcas Mack y Volvo. La intención de la compañía es ubicarla cerca de Villaverde para aprovechar "la profesionalidad y capacidad de sus trabajadores".

La firma francesa invertirá 35 millones de euros en la nueva fábrica de Madrid, que tendrá una capacidad de producción de 100.000 cigüeñales al año. "Si se alcanza ese nivel será la fábrica más grande de Europa", señaló Juan Antonio Casado, consejero delegado de Renault V. I. España, antes de subrayar que los 150 empleados que trabajarán en ella contará con la "última tecnología" del sector.

"PLAN AMBICIOSO" Casado presentó el nuevo proyecto en España como un "ambicioso plan de futuro" que responde a las demandas de la sociedad ante el problema de la fuga de las empresas. En ese sentido, rechazó que se trate de una operación financiera o inmobiliaria, debido a las posibles plusvalías que obtendrá la firma con la venta de los terrenos de Villaverde. "Nos iremos a otro lado porque necesitamos cuatro veces menos espacio", apostilló.

El presidente de la filial española, Manuel Guasch, insistió en que el cambio de fábricas no se hacía por motivos financieros. "Es una apuesta por la alta tecnología, en detrimento de otras inversiones propias de países con mano de obra barata". Guasch aseguró que el plan social con el que se reducirá la plantilla tendrá un "elevado coste" al incluir ayudas a los empleados para iniciar proyectos empresariales o formativos.