Los inspectores de Hacienda denunciaron ayer el fracaso de la Agencia Tributaria en la lucha contra el gran fraude fiscal y demandaron más medios para una actuación eficaz, tales como "la incorporación efectiva de métodos de carácter policial". La Asociación Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (Apife) ha realizado esta semana en Zaragoza su XIII congreso nacional, a cuya jornada de clausura asistió el director de la Agencia Tributaria, Salvador Ruiz-Gallud. Buena parte de las críticas del colectivo se dirigen contra él.

En un comunicado, Apife sostiene que "en el ámbito de la lucha contra el fraude fiscal no sólo son escasos los logros, sino que el balance es claramente negativo". La Asociación Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado añade que "ni la sociedad valora el trabajo ni los grandes defraudadores se sienten especialmente preocupados, ni el nivel de fraude da claras señales de estar disminuyendo, sino lo contrario".

Según los inspectores de Hacienda, las cifras "triunfalistas" y "propangandísticas" que presenta el Gobierno informan sobre el número de comprobaciones y sobre el fraude descubierto. Sin embargo, no se informa de los expedientes pendientes de ejecución, ni de las liquidaciones que anulan los tribunales, ni del estancamiento en las sentencias por delito fiscal.

Ruiz-Gallud dijo que en el 2001, se tramitaron entre 700 y 800 expedientes de delito fiscal, mientras que en el 2002 hubo casi 1.000, lo cual refleja "la preocupación de la institución por dirigir un mayor esfuerzo de control tributario a los contribuyentes más importantes económicamente. El director de la Agencia aseguró que, en la lucha contra el fraude fiscal, "no somos triunfalistas ni somos conformistas porque hay mucho que mejorar". Añadió que "hay ciertas tramas de fraude, con apoyos en varios países de la UE, que necesitan de una mayor atención".

ESCASEZ DE REGULACION

Según la asociación, el fracaso en la lucha contra el gran fraude nace de "insuficiencias organizativas" y de "limitaciones normativas", sobre todo.

El sistema de objetivos incentiva a alcanzar una determinada cifra de comprobaciones efectuadas y de deuda instruida. Apife explica que este método premia "la actuación superficial sobre un gran número de contribuyentes" y desincentiva el trabajo en profundidad sobre las grandes redes de fraude, que gasta más tiempo.

DEFRAUDADORES, FAVORECIDOS

Además, las últimas normas tributarias han creado "agujeros" favorables a los defraudadores. Apife citó la nueva regulación de operaciones vinculadas, de sociedades patrimoniales o de derechos de imagen y el sistema de módulos del IRPF. Según los inspectores, la nueva ley general tributaria, que tramita el Parlamento, "podría favorecer modalidades de fraude sofisticado".