Batacazo del PSG ante un gran Botafogo

El Botafogo devolvió al PSG la condición de mortal. Al vigente campeón de la Libertadores poco le importó que Luis Enrique hiciera rotaciones y fue a lo suyo. Con mucho derroche defensivo, seriedad y un gran gol de su ‘9’, el internacional Igor Jesus, infringió una derrota histórica (0-1) al campeón europeo, que venía de machacar sin piedad al Atleti y, anteriormente, al Inter de Milán en la final de Múnich.

Desde que el Corinthians ganó al Chelsea la final del Mundial de Clubes 2012, en Yokohama (0-1 con gol de Paolo Guerrero) un equipo europeo no perdía contra un conjunto de la Conmebol en partido oficial. 

Otro PSG ya de salida

Luis Enrique movió el árbol y oxigenó a los suyos, dando descanso a cuatro de sus titulares: su capitán Marquinhos y Nuno Mendes, en defensa; y sus dos interiores, João Neves y Fabián Ruiz. Dembélé, que ya no estuvo contra el Atleti, sigue en fase de readaptación tras sufrir una lesión muscular con Francia en la última fecha FIFA.

La presencia de Vitinha en la sala de máquinas, de su ‘dupla’ atacante Doué – Kvaratskhelia, y el nivel de exigencia que Luis Enrique impone desde la banda garantizaban, en teoría, que el PSG no perdiera su identidad. Luego, con el balón rodando todo fue diferente.

Delante, había un Botafogo teorícamente timorato, en el que el portugués Renato Paiva reforzó el centro del campo con el mediocentro Allan.

A pesar de las arengas de su propietario, el excéntrico magnate estadounidense John Textor, los cariocas jugaron para minimizar riesgos, con un planteamiento de mínimos que pasaba, en principio, por encajar la menor goleada posible a tenor de lo visto con el Atleti en la jornada inaugural.

Hay que recordar que este Fogão afronta el Mundial descaracterizado en relación con el equipo que hizo doblete en 2024, ganando su primera Libertadores y el Brasileirao. Sus dos grandes estrellas han dejado el club: el exbético Luiz Henrique, que está en el Zenit, y el argentino Thiago Almada, que pasó al Olympique de Lyon, la nave nodriza de este proyecto de multipropiedad. Sus reemplazos no son de la misma calidad. Además, las ventas ya anunciadas de Igor Jesus, el ‘9’ que ha llegado a la Seleção, y del central Jair Cunha al Nottingham Forest han provocado cierta melancolía. Con este contexto, el 0-1 cosechado ante el consdierado mejor equipo del mundo en la actualidad es una machada, algo tremendo.

Faltó punch al PSG

El PSG mandaba, asfixiaba con su presión alta, pero no materializaba su dominio en grandes oportunidades. El Botafogo se mantenía a flote gracias a la acumulación de efectivos atrás, dejando a su delantero centro aislado en la punta de ataque, y a un sistema defensivo solidario que se empleaba con dureza, al más puro estilo Copa Libertadores.

Y, en el minuto 35, saltó la banca, cuando los brasileños lograron armar su primera contra. Savarino sirvió en profundidad para Igor Jesus, que ganó la partida a la ‘dupla’ de centrales sudamericana del PSG, demasiado blanda en el marcaje, controló a la perfección y su remate acabó desviado mínimamente por Willian Pacho cuando el balón pasaba por debajo de sus piernas, lo que dejó vendido a Donnarumma. Un golazo.

El Fogão encontró oro y salvó su preciado botín hasta llegar al descanso. A Luis Enrique le tocaba intervenir para cambiar el signo de un partido en el que su equipo se había mostrado demasiado plano.

Dio diez minutos de margen y, al ver que el partido seguía por los mismos derroteros, el técnico asturiano introdujo un cuádruple cambio. Aparecieron en escena Nuno, João Neves, Fabián y Barcola. Esto ya iba en serio. Con una formación más reconocible y con muchos más galones, el PSG transmitió la idea de que, ahora, quería remontar.

El partido se convirtió en un ataque y gol de los nuevos reyes europeos, pero el Fogão no defallecía, nunca le perdió la cara al encuentro y tuvo piernas para salir al contragolpe con mucho criterio.

Los últimos minutos fueron agónicos con un PSG con todo buscando un gol que nunca llegaría y un Botafogo que se defendió con criterio y mucho corazón.

Con este triunfo impensable, los brasileños se sitúan líderes con 6 puntos, el PSG es segundo con 3, la misma puntuación del At. Madrid, mientras que el Seattle Sounders es colista sin haber puntuado. Todo puede pasar en la última jornada en este grupo de la muerte.