Boxeo
Noelia Gutiérrez: “Tener a mi padre en la esquina es una sensación que no puedo explicar”
La joven boxeadora cordobesa equilibra entrenamientos, estudios y vida personal y sueña con llegar a las Olimpiadas en Los Ángeles 2028

A. J. González

Con tan solo 19 años, Noelia Gutiérrez ya es toda una profesional en el boxeo profesional. La joven cordobesa ha encontrado en el ring su segunda casa, un lugar donde la pasión, la disciplina y la perseverancia se han convertido en su mejor defensa. Criada entre guantes y sacos de arena, hija del ex boxeador José Gutiérrez, su destino parecía escrito, aunque nadie le regaló nada. Desde que se calzó sus primeros guantes a los nueve años, ha demostrado que la constancia y el esfuerzo son los mejores aliados. Y a día de hoy, su sueño está más que claro: llegar a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028 y traer una medalla a casa.
El salto al ring
Noelia Gutiérrez creció viendo boxeo gracias a su padre, pero nunca imaginó que ese mundo, que parecía tan lejano desde fuera del cuadrilátero, se convertiría en su vida. Con solo 19 años, ya es boxeadora profesional y ha representado a España en competiciones internacionales. Su camino hasta el ring estuvo marcado por la figura paterna, pero también por su propia determinación. «Todo empezó porque mi padre fue boxeador y yo desde pequeña veía boxeo. Cuando él terminó su carrera, comenzó como entrenador y estuvo con la Selección de España femenina en Murcia. Cuando volvió a Córdoba, abrió su propio gimnasio. Yo veía que había más niñas de mi edad entrenando y un día quise probar. Tenía nueve añitos, probé y me enganché. Ya no he podido parar de entrenar», asegura.

Noelia Gutiérrez, en el cuadrilátero junto a su padre, José. / A.J. GONZÁLEZ
El primer contacto de esta joven cordobesa con el ring fue casi un juego, una actividad divertida que hacía con la curiosidad de una niña. Pero pronto, esa diversión se convirtió en algo más. «Mi padre en ningún momento me presionó para empezar en el boxeo, sabe que es un deporte muy duro y que requiere mucho sacrificio. Al principio me lo tomé como un hobby, era pequeña, pero cuando vi que no se me daba tan mal, empecé a competir y me di cuenta de que eso era lo que realmente me llenaba. Quería seguir ganando todo lo que saliera».
Una experiencia inolvidable en el Mundial
Con una carrera en ascenso, Noelia tuvo la oportunidad de competir en el Mundial Femenino Elite 2025, celebrado en Serbia. Una experiencia que califica como «súper bonita». Siendo su primera participación en esta competición, logró llegar a los octavos de final, donde cayó derrotada frente a la marroquí El Azami a los puntos, por 0-5. «Me siento afortunada de haber llegado allí, porque no todo el mundo lo consigue. Y, además, siendo mi primer año élite, porque acabo de pasar. Fue inolvidable estar compitiendo con diferentes países y con las mejores del mundo».
"He recibido comentarios como: 'Pero ¿qué haces tú haciendo boxeo?', o 'Eres una niña muy guapa, te van a romper la nariz y te van a dejar fea'"
Pero si hay un combate que marcó su carrera, fue su primera pelea en el Europeo Júnior de 2019, en Georgia. «Era mi primer combate internacional y la primera vez que participaba en un torneo tan grande. Estaba con mi padre... No había debutado, ni siquiera en España, y allí estaba». «Iba con la mentalidad de que, si perdía, no pasaba nada, porque era una pelea difícil. Pero al final gané, no se me olvidará nunca ese momento en el que me levantaron la mano en el ring», añade.
Las injusticias del boxeo y las lecciones aprendidas
Y aunque el boxeo es un deporte de lucha y resistencia, Noelia, en su temprana edad, ya ha experimentado de primera mano algunas de las injusticias que a veces «golpean más fuerte que un puñetazo». Polémicas arbitrales y prejuicios de género han sido parte de su camino… «Desgraciadamente, he tenido unas cuantas experiencias amargas con los fallos arbitrales. Por ejemplo, en el Europeo del año pasado me tocó contra una ucraniana a la que el mes anterior le había ganado. Iba con confianza, pero se notaba cómo los árbitros tiraban para ella, al final levantaron su mano. Eso te quita la ilusión, porque hay mucho sacrificio y trabajo detrás. Pero de todo se aprende», confiesa.
Además, el camino de una mujer en el boxeo no está exento de comentarios y prejuicios. «He recibido comentarios como: 'Pero ¿qué haces tú haciendo boxeo?', o 'Eres una niña muy guapa, te van a romper la nariz y te van a dejar fea'». No obstante, la boxeadora ha procurado convertir cada revés como parte de su filosofía: «Todo sacrificio tiene su recompensa y de las derrotas se aprende mucho más que de las victorias».
Su padre, el mayor referente
En el mundo del boxeo, el entrenador también es una figura clave. Pero cuando ese técnico es, además, un padre, el vínculo trasciende. Para Noelia, su mayor apoyo y referente ha estado siempre en su esquina. «Tener a mi padre ahí es una sensación que no puedo explicar. Él me da una confianza que nadie más me da. Voy tranquila, porque nos conocemos mucho. Yo estoy en el ring, pero él ve lo que yo no veo dentro de él. Nadie me transmite la misma seguridad», afirma. «El mejor consejo que me ha dado y que siempre tengo presente es, que si quiero algo, tengo que trabajar y luchar por ello. Que vaya detrás del objetivo, porque al final todo el trabajo se verá reflejado», apunta.
Lo sabe de buena mano, también tratando de compaginar su dedicación a los guantes con la rutina diaria de una joven de 19 años. «Entreno tanto por la mañana como por la tarde. Me levanto temprano, entreno y, cuando vuelvo, me pongo a estudiar. Luego como y vuelvo a entrenar otra vez, según el horario. Ahora estoy en un curso intensivo de inglés. Cuando termine, me gustaría entrar a una academia para opositar para policía del Estado», cuenta.
Ese ritmo de vida deja poco espacio para lo social, algo con lo que Noelia ha aprendido a convivir. «Es un poco duro, te quita mucho tiempo en otras cosas que quieras hacer. Entre semana entreno y estudio. El fin de semana es cuando salgo y hago cosas con mis amigos. A veces, hay que recortar en comida y en agua, y no te apetece nada». continúa. «Lo que más me gusta a mí es estar con mi familia. Salir a comer, dar un paseo, escuchar música. Esas son mis escapadas», reconoce.
Vista en el futuro
Si tuviera que describir su carrera con una sola palabra, lo haría con «constancia», ya que «a pesar de todo, siempre he seguido entrenando, sin rendirme. Ha habido buenos resultados y también muchos malos, pero nunca he dejado de trabajar». Porque, dentro y fuera del ring, la perseverancia es su mejor golpe.
Por ello, en cuanto a sus próximos desafíos, Noelia tiene una meta clara: «Ahora mismo solo tengo en el horizonte el Campeonato de España, que será en junio, en Segovia. Pero mi gran objetivo son los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Ojalá ir y conseguir una medalla». Y no se moverá de ella.
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