Balonmano | División de Honor Oro Femenina

El Salma Adesal de balonmano rompe barreras en la División de Honor Oro femenina

El equipo de Rafa Moreno concluye la primera vuelta a un punto del ascenso y dando una lección de resiliencia

El Adesal - Bolaños de balonmano en imágenes

El Adesal - Bolaños de balonmano en imágenes / Manuel Murillo

Francisco Merino

Francisco Merino

El Salma Adesal está describiendo una trayectoria increíble. Literal. “No me lo creo ni yo”, admite Rafa Moreno, su entrenador, que está viendo cómo su equipo no solamente firma registros numéricos en la segunda categoría del balonmano nacional, sino que es capaz de hacerlo superando una colección de escollos que harían desistir a más de uno. Ellas no lo hacen. Las dificultades han servido como combustible emocional para una formación que está representando con solvencia y brillantez al deporte femenino cordobés, sosteniendo una bandera que no es sencillo empuñar. “Hay muchísimo trabajo detrás y no siempre recibimos el respaldo necesario”, subraya Moreno, un nombre de referencia en el balonmano provincial. El Salma Adesal ha cerrado la primera vuelta de la competición en la División de Honor Oro Femenina con un balance espectacular: su triunfo ante el Uneatlántico Perera (31-28) le deja con 17 puntos, los mismos que el Lanzarote Ciudad de Arrecife y uno menos que el Bolaños y el Lobas Globas Global Oviedo, que están en puesto de ascenso por detrás del intratable líder Zonzamas Lanzarote. 

El Adesal - Bolaños de balonmano en imágenes

El Adesal - Bolaños de balonmano en imágenes / Manuel Murillo

“¿Ascender? No está en nuestros planes. Pero, eso sí, nuestro objetivo es ganar todos los partidos que podamos”, apunta. Etiquetar como “tapado” al Adesal no sería del todo justo. Hablamos de un club que ha estado tres años en la última década militando en la máxima división española. Ahora corren otros tiempos. Toca reconstruirse desde un periodo de crisis –económica, no deportiva- para perpetuar el legado de una entidad con raíces que, más allá de sus resultados, transmite una lección moral permanente. Nada ha sido capaz de tumbar al Adesal, poseedor de un gen combativo que traspasa generaciones de jugadoras y se mantiene como un sello de identidad.

El golpe de las lesiones

Para el equipo cordobés, la aventura tras el ascenso comenzó con parámetros clásicos. Nada de locuras. Presupuesto austero y la necesidad absoluta de acertar con los cambios, que fueron mínimos. El Salma Adesal mantuvo la estructura del equipo que dio el salto de división y formalizó cuatro incorporaciones en posiciones clave. Pero el infortunio comenzó pronto. La extremo izquierda Ainhoa García apenas pudo jugar un partido; en la tercera cita, Zoe Turnes sufrió una lesión de ligamento cruzado que le dejó ya sin temporada; la internacional paraguaya Fátima Insfrán cayó en la enfermería hace ya un mes. Y el equipo tuvo que salir adelante con la misma composición del curso pasado, exceptuando la incorporación de la malagueña Bárbara Piñeiro.

“Con este presupuesto, la verdad es que estoy realmente sorprendido del rendimiento que estamos dando. Nos estamos mostrando súper fuertes en casa, apoyados con un público que vive una fiesta cada domingo en La Fuensanta”, señala Rafa Moreno como ingrediente principal en la receta de lo que está siendo todo un éxito. En casa lo han ganado todo. Nadie es capaz de darles la réplica en su pabellón. Fuera de “hemos alternado de todo: muy buen juego en casa de los favoritos, los dos equipos de Lanzarote, y luego unas de cal y otras de arena”. Para el entrenador cordobés, el talante de sus jugadoras y el modo en que han sido capaces de unirse para superar las adversidades está siendo conmovedor.

El Adesal - Bolaños de balonmano en imágenes

El Adesal - Bolaños de balonmano en imágenes / Manuel Murillo

¿Y el futuro, qué?

“Estamos jugando al límite y esto habla muy bien de las jugadoras, que están defendiendo el espíritu fuensantino, el clásico de Adesal, que siempre va a luchar por ganar y ascender”. Deportivamente puede entrar dentro de lo posible, pero… Las experiencias pasadas invitan a la prudencia. “No tenemos idea de ascender porque sinceramente no creo que tengamos un respaldo para un equipo en máxima categoría. Queda mucho por avanzar en cuanto al apoyo al deporte femenino. Nuestra meta es darlo todo, fomentar el balonmano femenino y ojalá ese respaldo desde las instituciones llegue para que se acerque el balonmano de élite o se implante definitivamente en Córdoba. Desde Adesal hemos demostrado que sabemos hacerlo”, recalca con aire reivindicativo.

El Salma Adesal sigue a lo suyo. Hacen lo que saben y no lo hacen nada mal. En La Fuensanta han logrado convertirse en un punto de cita cada fin de semana de partido. Suele haber fiesta y eso, claro, atrae a la concurrencia. Al calor de su pabellón, el equipo cordobés lleva enlazados 25 partidos sin perder a lo largo de tres campañas: los dos últimos de la 22-23, todos los de la pasada -15 victorias, un empate- y los siete de la actual. “Un bonito récord que esperamos alargar”, dice Moreno. Y hay que creerle.

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