El CD Pozoblanco golea al Cartaya en su duelo aplazado

Dicen que más vale tarde que nunca. Y es que con tres puntos para mantener el compás, además de grandes sensaciones, acabó escapando el CD Pozoblanco de su cruce pendiente ante el Cartaya en el Nuestra Señora de Luna (3-0), correspondiente a una sexta jornada que se aplazó hasta en dos ocasiones debido a las inclemencias climatológicas. Casi un mes más tarde de su fecha inicial de disputa, eso sí, el resultado fue el deseado: un triunfo para mantener el pulso, dinamizar a la afición y, de paso, mirar directamente a la zona alta del Grupo 10 de Tercera RFEF.

Con otro aire

Así de reforzado acabó el club pedrocheño tras un cruce de poder a poder. Poco o nada, en esa línea, tiene que ver el rendimiento actual de los de Alberto Fernández con el del comienzo de curso, en el que la idea de zafarse del descenso, por momentos, rondaba más por la cabeza que la de pelear por un sitio en los puestos de privilegio. Tanto ha cambiado la estampa, con 16 puntos y un sexto puesto que ahora avalan la otra empresa.

Decididos a dar continuidad a ese buen momento, precisamente, saltaron los pozoalbenses en la sesión vespertina del miércoles. Hasta rondar el ecuador perduró el tanteo con los cartayeros, a los que sobre los 20 minutos, sin embargo, salvó el meta Carlos Soler de un disparo de Diawara. No pudo hacer mucho más el onubense casi un par de lances después, entonces con Javi Vargas como protagonista para abrir la lata, tras una buena acción colectiva rematada con la definición del mediapunta.

Insistencia y sentencia

Tuvo que volver a aparecer el arquero visitante algo antes del descanso, no obstante, aunque no volvió a festejarse ningún otro tanto en el antiguo Municipal de Pozoblanco. Cinco minutos después de la reanudación, sin embargo, sí que tocó elevar de nuevo los decibelios, aunque de forma efímera. Anulado quedó el tanto casero cuando el reloj marcaba el 50 de partido, en el que ya se habían adjudicado claramente los roles: el Cartaya trataba de aguantar el chaparrón -figurado- mientras los vallesanos buscaban la sentencia con rápidas aproximaciones.

Fue Diawara -muy activo- el encargado de sentenciar el asunto, sobre la hora de juego, entonces con una jugada individual a la que tan solo sucedieron un puñado de cambios, algún tímido intento visitante y otro diana de bella factura para la cuenta, con el sello de Fran Gómez.