Con la primera estrella de campeonas. Por primera vez en España. De nuevo en Córdoba. Hace poco menos de un año, la selección española femenina jugó en El Arcángel un amistoso ante Suecia. No corrían buenos tiempos. Fue justo después del comunicado de "las 15" que renunciaban a ser parte de un equipo que, en medio de una convulsión extraordinaria, preparaba como podía la cita del Mundial de Australia. En las Antípodas hubo un antes y un después. Ahora ya no están Rubiales ni Vilda. Tampoco otros muchos altos cargos de la Real Federación Española que han salido despedidos después de un pulso extraordinario y sin precedentes, con el escándalo del ya ex presidente por su actuación en la final del Mundial en el palco de autoridades y, después, con Jenni Hermoso, que no ha sido convocada en esta ocasión por Montse Tomé, la nueva seleccionadora absoluta.
La algarabía juvenil con España
De todo eso hablaban en los aledaños del Córdoba Center los aficionados, la mayoría de ellos jóvenes, que aguardaban la llegada desde Sevilla -donde entrenaron en la matinal del domingo en las instalaciones deportivas del Betis- de las internacionales de España. Las número uno del mundo virtuales en el ranking de la FIFA, tras su triunfo en la final del Mundial contra Inglaterra y el que lograron en la primera jornada de la Liga de Naciones en Suecia frente a la líder hasta entonces en el escalafón. El fútbol femenino de España cambia, crece y reclama un papel protagonista. "Chicas, sois las mejores", decían en una cartulina dos niñas en la puerta del hotel. No era un piropo gratuito, desde luego. Está en los números.
A la llegada del autobús, las más aclamadas fueron las estrellas del equipo: la doble Balón de Oro Alexia Putellas, la MVP en Australia Aitana Bonmatí o la autora de un gol para la historia, la sevillana Olga Carmona. Todas se detuvieron a firmar camisetas, hacerse fotos y recibir una prolongación de los vítores que escucharon durante el sábado en la capital hispalense, a donde llegaron después de su formidable lección de valor y compromiso en el Estadio Gamla Ullevi de Gotemburgo, un 2-3 que allana su camino hacia los Juegos Olímpicos de París 2024. En Córdoba, ante Suiza, está la llave para alcanzar una cita en la que jamás estuvo el fútbol español en féminas. Otro techo que romper.
"Ganas de jugar"
Las jugadoras de España tendrán este lunes su primera sesión de entrenamiento en El Arcángel. Se espera una gran entrada de público -se batiría el récord de asistencia en España, que es de 11.209 en Pamplona-, ya que el ritmo de venta de entradas, según fuentes de la Federación, está siendo alto.
"Nosotras también tenemos ganas de jugar en casa, de sentir a nuestra afición y sobre todo de darles muchísimas alegrías", expresó Alexia Putellas en la comparecencia ante los medios de ayer. La jugadora del Barcelona insistió en que después de todo lo sucedido, con momentos de tensión y dureza, quieren centrarse en los objetivos deportivos, que son máximos. En el retorno a España, el desafío que se marcan ya con el rango de campeonas mundiales es compartido con la afición: "Que disfruten, que lo pasen bien y que ganemos".
A Putellas, dos veces consecutivas Balón de Oro, le han molestado "las faltas de respeto a esta profesión" que ha sufrido estos años y anunció "tolerancia cero hacia lo que la gente vio" durante la celebración del título mundial de España y hacia "las cosas que no se vieron".
"Sabemos lo mucho que nos ha dado Jenni Hermoso y teníamos que luchar por ella. No la íbamos a dejar, nos salía la fuerza para que esto no sucediera más y no se sintiera sola. Esto puede influir en niñas, para no que cambien el sueño que tienen de ser futbolistas", dijo la futbolista catalana.