Ciclismo

Las seis razones por las que ha fallado un Giro que aún se puede salvar

Una semana de competición que debería ser borrada de la historia del ciclismo. | El Giro se convierte en un drama diario.

El equipo Ineos conduce al pelotón del Giro bajo la lluvia.

El equipo Ineos conduce al pelotón del Giro bajo la lluvia. / INEOS GRENADIERS TEAM

Sergi López-Egea

El Giro de Italia entra este martes en la semana decisiva. Lo hace falto de emoción después de que apenas haya ocurrido nada en los primeros 15 días de competición salvo las victorias de Remco Evenepoel en las dos contrarrelojes superadas. Sin embargo, el fenómeno belga de 23 años tuvo que dejar la prueba por culpa del covid con la sensación de que la ronda italiana se quedaba huérfana, herida sin su principal favorita y entraba en una fase de tedio de la que está obligada a salir en cuatro de las seis etapas que faltan por disputar.

¿Qué ha fallado en el Giro?

El Giro lleva unos años acostumbrado a centralizar toda la dureza en los últimos días. La convierte de este modo en la más dura de las tres grandes rondas por etapas. Pero ello no se convierte en sinónimo de emoción, puesto que los favoritos están dejando pasar la mayor parte de jornadas con la sensación de que están asustados ante lo que falta por venir. Posiblemente repartir más las etapas claves, como hacen Tour y Vuelta, sería una solución ya que no es la primera vez que sucede. Ocurrió igual en 2020 y 2022, y solo el genio de Egan Bernal, vencedor en 2021, salvó la carrera hace dos años.

¿Por qué no han ido los ciclistas que apuestan por el espectáculo?

La fórmula del doblete Giro-Tour ya está desfasada. Nadie más ha vuelto a ganar las rondas italiana y francesa desde que lo hizo Marco Pantani en 1998. Y la verdad poco hay que alabar de su victoria en una Grande Boucle marcada por el mayor escándalo por dopaje de la historia del ciclismo con detenciones policiales, huelga de corredores, etapas suspendidas y persecuciones entre periodistas y participantes ante la noticia de abandonos. Los ciclistas que dan espectáculo de verdad, como Tadej Pogacar, que encima se cayó en Lieja y no habría podido correr en Italia, Jonas Vingegaard, y junto a ellos, Mathieu van der Poel y Wout van Aert, se han reservado para el Tour. El año pasado Van der Poel fue uno de los alicientes del Giro pero llegó muerto a Francia y acabó abandonando.

¿Qué le pasa a Roglic?

Primoz Roglic siempre ha sido un ciclista de corte ofensivo e inconformista y, sin embargo, en este Giro está corriendo con un perfil bajo. Según cuentan desde Italia quedó afectado por culpa de la caída que supuso el abandono de Tao Geoghegan Hart. Además, tácticamente, ya le ha ido bien que el Ineos, el equipo de Geraint Thomas, haya cogido el timón de la carrera en una segunda semana para olvidar. Solo tiene dos segundos de desventaja sobre Thomas, no necesita atacar a lo loco, o como habría hecho con Evenepoel en acción, y simplemente bonificando en las llegadas de los Dolomitas y, sobre todo, superando a su rival galés en la cronoescalada del próximo sábado tiene suficiente para imponerse en la carrera. Además, sabe que siempre se viene abajo en los últimos días. Falto de un recorrido más atractivo, con problemas físicos por su caída, es comprensible que ahorre fuerzas para el final.

¿Por qué no ataca Thomas?

Geraint Thomas es un ciclista que ha ganado el Tour (2018), que ha sido segundo en París (2019) y tercero el año pasado en los Campos Elíseos. Sin embargo, en 2022, no estuvo en disposición de pelear por la victoria con Vingegaard Pogacar. El jueves cumple 38 años y nunca se ha distinguido, ni en su victoria en la ronda francesa, por atacar desde lejos. Confía en el apoyo del Ineos y argumenta unas condiciones para ganar parecidas a las de Roglic: bonificar y jugárselo todo en la ‘crono’ final.

¿Por qué no han ido los españoles?

Por razones parecidas a la ausencia de los grandes protagonistas del ciclismo. Enric MasMikel Landa Pello Bilbao se preparan para el Tour, al igual que Carlos Rodríguez, quien debutará, salvo sorpresa, en la ronda francesa. Juan Ayuso ha estado toda la temporada con problemas físicos y no ha podido debutar hasta finales de abril en el Tour de Romandía. Se reserva para la Vuelta. Solo han acudido siete corredores y quedan seis tras la caída y abandono de Óscar Rodríguez. El papel sólo podía ser secundario y en los días que quedan se antoja como imposible que puedan ganar una etapa.

¿Cómo se activaría el Giro?

Pues, sin duda, con ataques de los primeros de la general (no hay que olvidar al portugués Joâo Almeida ni al italiano Damiano Caruso) en las tres etapas de montaña en línea que están programadas (martes, jueves y viernes) con suficientes cumbres para poner el Giro patas arriba y sobre todo para contar algo que recordar.