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Terremoto en la COPE | Un periodista simula una enfermedad y estafa a los compañeros de Deportes

Guillermo Valadés dijo que le habían detectado un tumor cerebral con metástasis en la espalda

Manolo Lama y Paco González durante el programa de radio ’Tiempo de Juego’.

Manolo Lama y Paco González durante el programa de radio ’Tiempo de Juego’.

Redacción

Estupor e incredulidad en el equipo de 'Tiempo de Juego', programa estrella de la Cadena COPE. Un periodista histórico del equipo, que dió el salto a la cadena de los obispos tras el paso por la Cadena SERhabría estafado más de 16.000 euros semanales a sus compañeros simulando un falso cáncer que necesitaba una cara terapia experimental que nunca existió, tal y como ha adelantado el diario El Confidencial.

Se trata del periodista Guillermo Valadés. Hace seis meses informó a sus compañeros de que le habían detectado un tumor cerebral con metástasis en la espalda. Según su versión, sus opciones de supervivencia pasaban por un tratamiento experimental en la Clínica de Navarra. El problema es que costaba en torno a 10.000 euros semanales. Fuentes de la cadena explican que Paco GonzálezManolo LamaPepe Domingo Castaño y Xuancar González, los pesos pesados de los Deportes de COPE, se volcaron y acordaron pagarle el tratamiento a Valadés, con quien les une una estrecha amistad desde hace muchos años.

El dinero para el tratamiento salió de una suerte de fondo de maniobra que tiene la sección, alimentado por la publicidad y los patrocinios. Se trata de una cantidad de la que disponer en casos como este y que se reparte a final de año a modo de bonus.

Valadés trasladó a sus compañeros que el tratamiento funcionaba, que se encontraba mejor y que la terapia experimental estaba surtiendo efecto. Sin embargo, dio un paso más en la supuesta estafa: Willy, como le llaman, necesitaba unos costosos medicamentos que elevaban la factura a los 16.000 euros semanales. La cuantía fue pagada sin ningún tipo de pero.

Sin embargo, hace unos días, el equipo de Deportes de Cope descubrió que nadie con el nombre de Guillermo Valadés figuraba como paciente de la Clínica de Navarra.

En ese momento comenzaron a arreciar las dudas. González intentó durante varios días ponerse en contacto con Willy, pero su amigo dejó de responderle al teléfono, algo que nunca había sucedido. Tampoco se las devolvió al resto de miembros del equipo, alertados por González de la situación. En paralelo, Cope le pidió a su trabajador las facturas de la clínica por motivos administrativos, pero lo único que recibió fueron largas