LaLiga Santander

El Real Madrid no teme al calendario y descerraja al Celta con Asensio y Camavinga

El equipo blanco refuerza el ritmo competitivo con un triunfo ante el cuadro gallego donde sobresalieron figuras individuales | El balear anotó el primer gol y sirvió el segundo a Militao, mientras que el francés exhibió músculo

Denís Iglesias

Al Real Madrid no le asusta el calendario, aunque Ancelotti preferiría tenerlo todo medido, como le sucede a la maquinaria blanca en el campo. Ante el Celta, la resaca europea se compensó con la efectividad de hombres como Asensio, un proscrito reconvertido a figura fundamental en la temporada blanca de tres frentes, donde los secundarios son imprescindibles. El balear, ovacionado en el templo de la Castellana, descerrajó al conjunto gallego con un gol al borde del descanso y en la reanudación sirvió un centro para un 2-0 que estrecha las costuras de LaLiga (ocho puntos con el Barça) y mantiene el ritmo competitivo del campeón de Europa.

Es tal la secuencia triunfal madridista que el aficionado de a pie llega al Santiago Bernabéu con una secuencia de highlights en la cabeza. Imagina que nada más empezar el partido comenzará a descontar lo que ha pagado por entradas que en el fútbol español son, como mínimo, un concierto de los buenos. Pero la trepidante aventura del Real Madrid en tres competiciones obliga a esperar.

Cinco novedades de Ancelotti

Introdujo cinco cambios Ancelotti con respecto al triunfo en Londres. Con Nacho en el lateral, Rüdiger en el centro de la defensa, Tchouaméni y Ceballos en el medio; y Asensio en la tripleta atacante. Enfrente, un Celta con bajas importantes en defensa como las de Mingueza, Hugo Mallo y Aidoo, que obligaron a Carvalhal a reformular su propuesta. La tarea más difícil le correspondió a Kevin Vázquez -Ceballos le hizo cargar con una amarilla-, quien tuvo que lidiar con Vinicius. El brasileño siempre lleva un ritmo propio.

Porque al Real Madrid, como le viene sucediendo incluso en los grandes bailes europeos, el primer tramo horario le sirve como despertador, al igual que su hinchada, que en LaLiga siempre pierde en decibelios con el sector visitante. Dominó la posesión y acogotó al Celta el conjunto blanco. Sin embargo, el cuadro vigués se liberaba de la mordaza bajo la batuta de Gabri Veiga, uno de los grandes objetos de deseo madridistas, pero que parece tener contadas las horas en España, con la Premier, y en concreto el City, haciéndole un marcaje férreo.

Asensio está en plena forma

Kevin, Tapia. Tapia, Kevin. La primera parte acabó convirtiéndose en una empresa de reformas donde los zagueros celestes intentaban perseguir el balón que solo lograron mantener durante una fase. Benzema intentó una inusual falta a lo 'panenka'. Ceballos se metía hasta la línea de fondo. Camavinga exhibía músculo.

Eran llamadas a un primer gol que acabó llegando al borde del descanso tras una recuperación del galo que devoró el campo para servir a Ceballos, quien regaló un gran pase para Vinicius. El extremo dio un pase atrás que Asensio remató con la zurda. Su disparo se fue al fondo de la red con la ayuda de Javi Galán. El Real Madrid bailaba una precisa muiñeira para poner el viento a su favor.

Militao abre distancias

El gran problema con Asensio siempre ha sido de expectativas. Tanto las propias como las ajenas. Sin embargo, parece haberse convertido al fin en el jugador número 12 que el Real Madrid necesita. Una asunción de roles que defiende en todas las competiciones. Sus ocho goles en 2023 le convierten en el jugador español que más tantos ha anotado en las cinco grandes ligas de Europa.

Por si no fuera evidente su pico de forma, nada más arrancar el segundo acto, el balear firmó un centro espléndido que remachó Militao con otro cabezazo mejor a la salida de un córner. Lució más en ataque que en defensa, porque sin intentarlo con demasiado ahínco, el Celta conseguía generar peligro. Sin embargo, el desacierto de Iago Aspas, el gran capitán de la nave celeste, impedía un soplo de remontada. Errores propios y forzados por un Camavinga que ha desarrollado un instinto depredador. Courtois, grande ante Aspas

Para el Celta era fundamental no sufrir una hemorragia intimidatoria. Iván Villar bloqueó un cabezazo de Benzema a bocajarro, mientras sufría viendo cómo Vinicius alardeaba de regate, exigiendo el máximo a las múltiples marcas que le perseguían. No por repetido resulta menos cierto que al Real Madrid solo pueden tumbarle los genios (como sucedió con Chukwueze).

El Celta tenía varios en sus filas, pero cesados en sus funciones. Aspas, corajoso y tozudo como es, tuvo en sus botas la última gran ocasión. Sin embargo, reforzó al que faltaba: Thibaut Courtois, otro elemento de la fortaleza blanca. Con las armas entregadas por parte de los visitantes, el Bernabéu se dedicó a corear a Ancelotti, Ceballos, Modric... Cualquiera era motivo de adulación en un equipo que campa a sus anchas, a pesar del calendario y de un césped que por el que sí tiene motivos para quejarse.