Fútbol

Kessie y el VAR sentencian la Liga para el Barça

El videoarbitaje anuló un gol final de Asensio en un partido dominado en la primera hora por el Barça y en la recta final por el Madrid

Fermín de la Calle

En este fútbol que se ha convertido en un ejercicio de fe, el Barça ganó con un gol de Kessie después de que el VAR le rescatase anulando otro previo de Asensio que cambiaba el signo del encuentro y el escenario de la Liga. El tanto del azulgrana sellaba el triunfo culé y certificaba la liga para los de Xavi, que dejan ya a doce puntos a los de Ancelotti.

Hace años que el Real Madrid importó una fórmula que le ha dado grandes resultados: gastarse el dinero en las áreas. En el Camp Nou, Courtois justificó en los primeros cinco minutos esa receta con dos intervenciones decisivas en un disparo lejano de Lewandowski y, especialmente, en un cabezazo a bocajarro de Raphinha. El belga solventó ambos episodios con suficiencia y su trabajo cobró más importancia aún cuando en el otro área Vinicius, en una jugada cargada de fortuna, centró y su pase tropezó por el camino con Araujo y descolocó a Ter Stegen. Media ocasión y un gol. Las áreas…

Sin Pedri el Barça pierde a su violinista y un caudal de juego que Lewandowski echa en falta porque De Jong es tan aseado como intrascendente y el coraje de Gavi le da otra cosa al equipo, pero no fútbol. El Madrid, por su parte, se había puesto el traje de los partidos grandes, especialmente Vinicius, quien, por primera vez desde que sufre los marcajes al hombre de Araujo, le creaba problemas al charrúa en cada intervención. Carletto había elegido la fórmula premium en el medio, con Camavinga, ¡qué evolución la suya!, poniendo las piernas y Kroos y Modric el fútbol.

Vinicius habla con el asistente de De Burgos Bengoetxea.

Vinicius habla con el asistente de De Burgos Bengoetxea.

Vinicius se desconecta

Entonces, mediada la primera parte, en una jugada sin trascendencia, se produjo una posible falta a Vinicius que De Burgos no atendió y al brasileño le saltaron los fusibles. Comenzó a protestar a todo, a hablar más de la cuenta, a andar por el campo, a desconectarse en ataque... El Barça seguía haciendo trabajar a Courtois con remate de Christensen y Raphinha, pero el belga sostenía a los suyos y hacía bueno el gol de Araujo en propia meta.

Pero a este Barcelona adonde no le llega el fútbol le lleva la fe. Una subida de Araujo, que se había animado a sumarse al ataque por la dimisión de Vinicius, terminó con un disparo de Raphinha salvado por Courtois cuyo rechace lo clavó en la red Sergi Roberto. Merecido empate en la última jugada del primer tiempo. Había más hambre en los azulgranas y más fútbol en los madridistas, justo lo contrario de lo que delataba la clasificación.

Había advertido en la previa Xavi que en este clásico quería a un Barça protagonista más relacionado con la pelota y lo cierto es que el partido cumplió su deseo. Salió del vestuario el equipo azulgrana con una marcha más, sin especular y buscando un segundo gol que le pusiera por delante ante un Madrid agazapado que no parecía jugarse media liga en este encuentro. Vinicius se reconectó al encuentro y eso le dio más vértigo a los primeros minutos de la reanudación. Pero el empuje de unos y las contras de los otros no terminaban de cristalizar en ocasiones.

Ancelotti afila sus intenciones

Afiló Ancelotti sus intenciones cambiando una torre por un alfil, Rodrygo por Kroos, dando un pase adelante para buscar el triunfo ahora que lo tenía a tira. Además blindó la izquierda colocando a Mendy en lugar de un superado Nacho al que Raphinha hacía sufrir lo indecible. Aparecía más Vinicius, pero muy lejos del área, lo que permitía a los azulgrana reconfigurarse en defensa. A los puntos ganaba el Barça, pero se intuía que en cualquier momento uno de los dos podía descargar un directo en la mandíbula del rival y mandarlo a la lona. La Liga pendía de un hilo, un acierto en el área contraria o un error en la propia.

Los cambios de Ancelotti habían dado la vuelta a la tortilla. Ahora la pelota era blanca y las contras azulgranas. Xavi, que se desgañitaba en la banda, no buscó soluciones en el banquillo para equilibrar el choque sustituyendo solo a un peón por otro (Kessie por Sergi Roberto). Mientras Ancelotti echaba toda la carne en el asador con Asensio, Ceballos y Tchouaméni. Piernas nuevas y talento ofensivo para asestar el golpe que le permitiese ganar el clásico, recortar distancia en la tabla y volver a abrir la lucha por el título.

Kessie sentencia la Liga

El partido terminó con el Madrid volcado a su izquierda en ataque y el Barça aferrado estoicamente a Ter Stegen tratando de salvar un empate que era un triunfo porque mantenía los nueve puntos en la Liga, lo que significaba casi certificar el título. Hasta que en una contra Carvajal sirvió un centro al corazón del área pequeña, donde Asensio empujó la pelota a la red. Ancelotti se había salido con la suya, sus cambios daban la vuelta al partido... O eso parecía porque entonces apareció el VAR para anular el gol por fuera de juego de Asensio. Más picante. Y en esa ida y vuelta suicida de los blancos apareció Balde para servir un balón a Kessie, que el africano mandó a la red sellando el triunfo y sentenciando la Liga. La Liga es azulgrana.