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Vuelve Manuel Ortiz, el defensa indestructible del Córdoba CF B

El joven lateral izquierdo cordobés, titular en el último triunfo del filial ante el Rota tras cuatro meses de lesión, potencia al ambicioso grupo de Diego Caro en Tercera RFEF

Manuel Ortiz en una sesión del primer equipo del Córdoba CF, esta temporada.

Manuel Ortiz en una sesión del primer equipo del Córdoba CF, esta temporada. / ÓSCAR BARRIONUEVO

Miguel Ángel Heredia

Un revulsivo para la causa. El holgado triunfo del Córdoba CF B ante el Rota en El Arcángel dejó margen para un aluvión de notas positivas (6-0), aunque una particularmente brillando sobre el resto, incluso más allá del resultado: el regreso de un pilar fundamental como Manuel Ortiz Manolillo”. El lateral lucentino, una vez cerrado su aciago paso por la enfermería, con más de cuatro meses de parón obligado por una lesión meniscal que requirió el paso por el quirófano, fue uno más de la partida ante el cuadro roteño, frente al que firmó su reestreno como blanquiverde con una actuación destacada, un total de 72 minutos de saldo y otro buen puñado de sensaciones para reforzar a la joven escuadra blanquiverde de cara al crucial tramo que se presenta en el Grupo 10 de Tercera RFEF, con tan solo seis fechas por delante y todos los escenarios abiertos.

Fijo en la zaga

Y es que el retorno del zaguero, que disputó su último compromiso previo a la cita ante los roteños en el pasado choque a domicilio ante el Ayamonte CF (1-2), allá por la jornada 7 del calendario, regresa a la dinámica tutelada por Diego Caro en un momento marcado por la ambición y la complejidad, con el joven combinado blanquiverde situado en la segunda plaza, a cinco puntos del líder Atlético Antoniano, aunque con una cita directa pendiente frente al cuadro lebrijano en El Arcángel, fijada en apenas dos semanas. Un contexto en el que la vuelta de Manuel Ortiz también se presume como crucial a nivel deportivo y emocional. “Lo hemos echado de menos. Es el capitán del equipo. Es un futbolista que ya el año pasado fue de los que más participó en el filial. Nos viene muy bien, por su verticalidad en la banda izquierda, la calidad que tiene, su compromiso con el club… Es una pieza super importante”, ha manifestado el propio Diego Caro en declaraciones a este periódico.

Fue durante la campaña 2021-2022, precisamente, en la que el carrilero firmó su explosión de la mano del técnico villarrense, convirtiéndose en uno de los recursos más empleados a lo largo del ejercicio, en el que disputó 2.537 minutos, repartidos a lo largo de un total de 29 encuentros. Una indudable proyección, a fin de cuentas, que también acabó despertando el interés de Germán Crespo en la dirección del primer equipo, que optó por reclutar al zaguero durante el último tramo de curso, en el que Ortiz debutó ante El Arcángel -durante el triunfo frente al Villanovense- y acabó enrolándose de forma casi permanente en las listas y sesiones de trabajo de la plantilla del ascenso dirigida por el preparador granadino. 

Manolillo releva a Álex Bernal en el partido de su debut, ante el Villanovense durante el pasado curso.

Manolillo releva a Álex Bernal en el partido de su debut, ante el Villanovense durante el pasado curso. / MANUEL MURILLO

De vuelta al presente, eso sí, el zaguero sumó minutos y sensaciones durante el último enfrentamiento casero ante el Rota, con una sonrisa de oreja a oreja como reflejo del resultado, aunque también, especialmente, por su esperado -y dilatado- retorno a los terrenos de juego. “Estoy muy feliz, ya eran cuatro meses fuera. Estoy disfrutando de la victoria, del partido y, sobre todo, de tener otra vez minutos”, señaló el jugador, ilusionado, tras el abultado triunfo del pasado domingo en El Arcángel.

Un aliciente para el vestuario

En la faceta moral, el defensor lucentino también se ha destapado como una pieza de indudable valor dentro del vestuario del segundo equipo califal, en el que parte como una de las voces de peso pese a su juventud, aunque ahora situado como un estímulo más para abordar con garantías la recta final del campeonato. “Es un futbolista con buena relación con todos. Todos lo escuchan. Es muy joven, pero es un veterano en el vestuario. Es super comprometido, profesional. Él transmite eso y se lo inculca a sus compañeros”, indica Caro. “Conociéndolo, estaba deseoso de recuperarse, volver a los entrenamientos y jugar como ya hizo el domingo”, apunta.

Su aportación en el reciente cruce, no obstante, viene precedida de un largo proceso de adaptación, rehabilitación y recuperación, con el punto de mira en poner en forma de nuevo al joven lateral tras su estancia en el dique seco. Los 72 minutos disputados ante el Rota, así, marcan la línea de una mejoría gestada durante las últimas semanas, pero con frutos incluso más positivos de lo esperado una vez sellada su vuelta al verde. “Empezó a trabajar su recuperación con el primer equipo. Tuvo una semana al completo con ellos, después con el filial. Después de tres semanas de campo creíamos que estaba ya en óptimas condiciones. El domingo se reunían todos los condicionantes para que pudiera participar. El partido después dejó que jugara más minutos de los pensados, habíamos preparado 45 y acabó con más porque él estuvo a gusto. Estuvo bien, contento y disfrutó, que era lo importante”, señaló el técnico del filial blanquiverde sobre su pupilo.

Manuel Ortiz, durante la sesión del filial de este miércoles en la Ciudad Deportiva.

Manuel Ortiz, durante la sesión del filial de este miércoles en la Ciudad Deportiva. / ÓSCAR BARRIONUEVO

Con miras al primer equipo

De cara a la primera plantilla del Córdoba CF, por otro lado, la figura de Manuel Ortiz también se presenta como una baza de garantías para las urgencias del lateral izquierdo, desolado durante buena parte del pasado curso, y con también situación de necesidad en el presente, dadas las intermitentes ausencias de Ekaitz Jiménez por lesión y la gran acumulación de minutos por parte de José Calderón. Durante buena parte de la pasada pretemporada, sin ir más lejos, el carrilero ya se asentó en la dinámica del primer equipo, con el que se mantuvo hasta caer lesionado durante el mes de noviembre durante una sesión de trabajo. En ese saldo, acumuló un total de ocho convocatorias con Germán Crespo, sin llegar a debutar en el curso, aunque frecuentemente como alternativa en el banquillo, intercalando su papel con la capitanía del segundo equipo blanquiverde durante la primera fase de la campaña. 

Dada dicha instancia y el nuevo escenario, por tanto, todo apunta a que una vez se salde el proceso de retorno al completo, con la correspondiente aclimatación al ritmo competitivo, la figura del lucentino podrá volver a ser una vez más una opción apetecible para los planes del esquema en la categoría de bronce, que también pone en marcha el contador de cara a la recta final del campeonato, altamente exigente y demandando otro paso hacia adelante en el Grupo 1 de Primera RFEF.

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