FÚTBOL SALA | PRIMERA DIVISIÓN

El Córdoba Futsal se complica la vida en Noia y sigue sin despegar

El conjunto blanquiverde pagó su pésimo arranque, con tres goles encajados en seis minutos, y encajó una derrota por 4-2 que le deja al borde de la zona de descenso

Zequi encara a Edu Jabá en el partido entre el Noia y el Córdoba Futsal.

Zequi encara a Edu Jabá en el partido entre el Noia y el Córdoba Futsal. / Noia Portus Apostoli

Francisco Merino

Francisco Merino

Fue una película ya vista. Se mete en un lío y luego lucha por salir de él. A veces lo logra, pero en la mayoría se queda en el amago. No es sencillo salir a competir con la losa emocional de verse en una posición inesperada y frustrante. Al Córdoba Futsal le han podido a veces sus ganas de demostrar que no es lo que la clasificación de Primera División dice. En algunas ocasiones quiso recuperar terreno a cámara rápida y eso no se puede hacer. Tampoco comparecer como si no ocurriera nada, ajeno a la dura realidad de los números. Hay que encontrar el punto justo para que todo encaje y el potencial, que lo tiene, se refleje en los encuentros y se traduzca en la tabla. De momento lo sigue buscando.

El escenario se nubló muy pronto para el Córdoba. A los 17 segundos, Machado lanzó un trallazo que tocó en Bolo y descolocó a Fabio, que volvía al marco por la baja -permiso de paternidad- de Cristian Ramos. El Noia se sintió fuerte y pegó de nuevo. Alisson Neves finalizó con pericia una contra y colocó un 2-0 que ya lo condicionaba todo. Los coruñeses eran pura soltura; los blanquiverdes, un manojo de nervios. 

Las primeras rotaciones de Josan González dieron una dimensión más dinámica al Córdoba, con la dupla Jesulito-Zequi y el máximo goleador de Primera, Alberto Saura, trabajándose su suerte en la posición de pívot ante un marcaje brutal por parte de los de Marlon Velasco, que no daban un metro al murciano. No salía nada. No era el día tampoco esta vez. Un error de Zequi provocó una situación franca para Bruno Gomes, que sacó el máximo partido y firmó el 3-0. Hasta entonces, el Córdoba había sido un saco de boxeo. Solo recibió.

Asomando la cabeza

El primer testimonio en ataque llegó con un furioso disparo lejano de Saura que se le fue arriba en el minuto 7. Fue un arrebato del internacional, un recurso de urgencia ante la falta de fluidez a la hora de combinar. El Noia, con todo a favor, empezó a sentirse incómodo ante un Córdoba que empezó a generar más en ataque. Su seguridad derivó en detalles de indolencia y los blanquiverdes, hambrientos y picados en su orgullo, lo supieron ver. Zequi lo intentó y Jesulito lo logró. El gaditano hizo intervenir a Henrique y unos segundos después encontró hueco desde fuera del área tras un buen movimiento de su paisano para hacer un 3-1 que celebró con exceso. Sus compañeros se animaron. Y el partido comenzó de nuevo.

Lucas Perin pugna con Alisson Neves en el partido entre el Noia y el Córdoba Futsal.

Lucas Perin pugna con Alisson Neves en el partido entre el Noia y el Córdoba Futsal. / Noia Portus Apostoli

Los cordobesistas aparecieron tarde y, cuando lo hicieron, la cuesta estaba empinada. El peligro de derrumbe era permanente, pero lograban apuntalarse a base de coraje. A veces, demasiado. Perin cometió un discutible penalti sobre Alisson Neves y lo lanzó Bruno Gomes, pero Fabio aguantó y desvió con el pie. El meta le sacó después un lanzamiento a Altamirano. Los de Josan González capeaban el temporal como buenamente podían. Con dos tiros rechazados de Ismael sonó el bocinazo que mandaba a los equipos al vestuario. 

En su papel

No le quedaba otra al Córdoba que arriesgar para levantar aquello. Buscó la presión y Jesulito tomó el mando en las operaciones. Le puso un balón franco a Muhammad y el disparo a la media vuelta del tailandés lo desvió Henrique. El pívot, hiperactivo, quiso hacerlo todo en un arranque brioso de la segunda parte. Saura probó al meta local y en las gradas del pabellón Agustín Mouris contenían la respiración.

Edu Jabá, tradicional verdugo de los cordobesistas -siempre marcó en sus partidos-, se lo tomó como asunto personal y salió a escena con acciones brillantes. Para entonces, a mediados del segundo periodo, el pleito tenía ya al Córdoba como dominador por pura necesidad. El Noia se dejaba hacer y se asomaba de vez en cuando, siguiendo una táctica prudente mientras no se le estropearan las cosas. Los de Josan se lo ponían difícil, apretando cada vez con más insistencia. Pero sin suerte ni acierto.

Ismael, cabizbajo tras un gol en el partido Noia-Córdoba Futsal.

Ismael, cabizbajo tras un gol en el partido Noia-Córdoba Futsal. / Noia Portus Apostoli

A cinco del fin apareció Viana como portero-jugador. La locura se instaló en la cancha gallega. La ruleta rusa se abrió... y el Córdoba cayó. Lluc hizo el cuarto de los locales con la zaga desguarnecida y terminó de apagar las esperanzas blanquiverdes. Viana recortó la distancia, pero no hubo milagro. El Córdoba sigue braceando en las aguas turbias de la zona baja en Primera. Y el viernes llega el campeón Barça a Vista Alegre.

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4 - Noia Portus Apóstoli: Henrique, Power, Pirata, Machado, Alisson Neves -equipo inicial-, Hozjan, Rafinha, Bruno Gomes, Marcelo, Douglas Silva, Altamirano, Edu Jabá, Lluc y Gozi (p).

2 - Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad: Fabio Alvira, Lucas Bolo, Ismael, Miguelín, Pablo Del Moral -equipo inicial-, Zequi, Jesulito, Saura, Lucas Perin, Muhammad, Jesús Rodríguez, Álex Viana y Víctor (p).

Árbitros: González Moreta y Moreno Durán. Amonestaron a los locales Marcelo y Pirata y a los visitantes Ismael, Miguelín y Zequi.

Goles: 1-0 (1') Machado. 2-0 (2') Alisson Neves. 3-0 (6') Bruno Gomes. 3-1 (10') Jesulito. 4-1 (37') Lluc. 4-2 (40') Álex Viana.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la décimo novena jornada, primera de la segunda vuelta en la Primera División. Lleno en el Pabellón Agustín Mouris, con unos 600 espectadores.

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