Fútbol

Simeone sigue 'devorando' delanteros

Cunha y Joao Félix son las últimas ‘víctimas’ de una lista en la que aparecen Gelson Martins, Jackson Martínez, Raúl Jiménez, Kevin Gameiro, Moussá Dembelé, Kalinic, Alessio Cerci, Vietto...

Joao Félix se entrena vigilado de cerca por Simeone.

Joao Félix se entrena vigilado de cerca por Simeone. / EFE

Fermín de la Calle

Matheus Cunha ya es historia en el Atlético de Madrid. El campeón olímpico con Brasil, que llegó la vitola de joya del fútbol carioca, se marcha después de anotar 7 goles en 54 partidos . Otro atacante que abandona el Metropolitano sin cumplido las expectativas y mandando un mensaje a Simeone por su falta de oportunidades. 

Pero más relevante que el mensaje del delantero, es la reflexión del padre del jugador, quien afirma algo que ya se escuchó en la grada: "En el sistema de Simeone no hay forma de que prospere ningún atacante". Más allá de la valía futbolística de su hijo Matheus, que dejará en las arcas 40 millones (se va cedido y el Wolverhampton pagará 50 millones en junio de los que 10 se van al Hertha), la lista de delanteros que se han ido del Atlético por la puerta de atrás comienza a ser amplia: Cunha, Gelson Martins, Jackson Martínez, Raúl Jiménez, Gameiro, Moussá Dembelé, Kalinic, Alessio Cerci, Vietto... Futbolistas de perfiles diferentes que, además, llegaron al club siendo apuestas de la dirección deportiva y del técnico. El perfil de los jugadores que han triunfado con Simeone tiene más que ver con el de futbolistas de garantías que llegaban al Atlético con un pasado consolidado como Falcao, Villa, Manzukic, Griezmann o Luis Suárez.  

Portugal - Suiza | El partido de Joao Félix.

MEDIAPRO

Las apuestas no han terminado de salir a un Simeone que no parece tener la paciencia necesaria, o el tiempo dada la exigencia del club, para ir tallando a estos futbolistas. Hay casos que llaman poderosamente la razón como el de Jackson Martínez, que llegó del Oporto tras el pago de 35 millones. El colombiano anotó 92 goles en tres temporadas gracias a su exuberante físico. Dispuso de oportunidades, ya que jugó 22 partidos en los que anotó solo tres goles, y en febrero el Atlético lo mandó a China, tras recibir una oferta de 42 millones del Guangzhou.

Tampoco ha tenido Simeone suerte o paciencia con jóvenes como Luciano Vietto, el joven al que él hizo debutar en Racing con 17 años en 2011. Cholo recomendó en varias ocasiones su fichaje, pero se adelantó el Villarreal. Allí marcó 20 goles antes de ser traspasado al Atlético por 20 millones en 2015. Sin embargo, Vietto no cumplió las expectactivas y solo marcó tres tantos como rojiblanco. Fue cedido al Sevilla, al Valencia, al Fulham y finalmente incluido en la operación del fichaje de Gelson Martins, otro fiasco. El francés no se mordió la lengua al hablar de su paso por el Atlético: “No salió bien porque no me entendí con Simeone. No hubo química y fue complicado. Era un entrenador difícil y con ideas de juego muy complicadas”.

Raúl Jiménez fue otro delantero que no le supo entender. Llegó a España del América con 23 años para pelear el puesto a Mandzukic, Griezmann y Fernando Torres. Simeone avaló su fichaje, pero luego llegó a colocar a Raúl García en su posición antes que al mexicano. Un gol en toda la temporada terminó por finiquitar su historia al lado del Cholo, para después irse al Benfica y al Wolverhampton, donde sí se ha reivindicado como un delantero con más personalidad y gol. 

Talento vs trabajo

El caso de Alessio Cerci es paradigmático. Llegó al Calderón en el verano de 2014 con la vitola de delantero de talento tras dos buenas temporadas en el Torino. Jugó diez partidos, marcó un gol y él mismo terminó realizando un diagnóstico de su problema: "Me equivoqué al apostar todo al talento. En el Atlético no pude expresarme como en los dos años en el Torino. Allí tenía un entrenador como Ventura, que me dio todo, me entendió y me permitió sacar a relucir mis cualidades. Me equivoqué al pensar que el talento podría ser suficiente para jugar en la Champions. Tuve que trabajar más duro”. Cerci siempre se mostró agradecido a Simeone, pese a no tener oportunidades y no estar a la altura. 

Un caso que recuerda al de Joao Félix, quien llegó al Atlético estigmatizado por el precio que se pagó por su traspaso: 126 millones de euros. Jugador de talento indiscutible, como Cerci, el portugués se marchará en enero porque, a diferencia del italiano, su relación con Simeone es nula. Joao ha tomado la decisión de marcharse a su vuelta del Mundial, iniciativa que respalda el Cholo, que le ha abierto la puerta categóricamente: "Quiero lo mejor para el Atlético de Madrid. Todo lo que pueda suceder sucederá, nadie es imprescindible. Nadie". Mendes y Gil Marín trabajan en una salida inmediata ya sea con traspaso, algo complicado porque el Atlético quiere recuperar la inversión poniendo un precio de salida de 100 millones, o con una cesión que le sirva al club para ganar tiempo y sacarse un problema de encima en el vestuario. 

600 partidos y once temporadas después, Simeone sigue luciendo galones y mantiene su ética de trabajo estajanovista, al tiempo que soporta esa fama de entrenador complicado para los delanteros que le persigue. Sea por falta de paciencia, por una exigencia a la que los atacantes no están acostumbrados o por mala suerte. Parece claro que la próxima apuesta del Atlético debería ser un ariete más parecido a Mandzukic que a Joao Félix, más cercano a Suárez que a Cerci. Más esparto que terciopelo. Y, sobre todo, gol. Que sude gol.