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El Ciudad de Lucena y su nuevo rumbo: las claves del cambio

La salida de los hermanos Carrasco, después de tres temporadas y media en el club, abre una etapa distinta al mando de un viejo conocido: Falete

Formación del Ciudad de Lucena en la última jornada en casa ante el Salerm Puente Genil.

Formación del Ciudad de Lucena en la última jornada en casa ante el Salerm Puente Genil. / Ciudad de Lucena

La salida por mutuo acuerdo del cuerpo técnico encabezado por Dimas Carrasco, que ha dirigido los destinos del CD Ciudad de Lucena en las últimas tres temporadas y media, ha sido la crónica de una muerte anunciada. El trabajo de los hermanos Dimas y David Carrasco se puede considerar excelente durante su mandato, disputando el cuadro lucentinista tres play off de ascenso, que desgraciadamente no terminaron con final feliz, como hubiese sido el salto a la Segunda RFEF

En cambio, en la cuarta temporada, el fracaso ha sido evidente y eso que los técnicos naturales de Écija han contado con el mayor presupuesto para hacer una plantilla competitiva, con total profesionalidad, entrenando incluso por las mañanas. 

Habría que analizar cuáles han sido las claves del fracaso de la temporada 2022-23, en la que tanto la directiva como el entrenador se pusieron como objetivo el ascenso directo de categoría, para lo cual todo pasaba por ser campeón, algo que ahora se antoja muy difícil, toda vez que el líder del grupo 10 de Tercera, el Córdoba B de Diego Caro, aventaja a los celestes en 10 puntos, cuando resta una jornada para que finalice la primera vuelta. 

La errónea confección de la plantilla

El primer error es la confección de la plantilla, en la que no han dado el resultado esperado jugadores con mucha experiencia y trayectoria profesional como Cristian Arco, Choco, Dani Espejo, Jalid, Manu Miquel, Javi Hervás o Antonio Pino, que venían de jugar en la liga de Gibraltar, Primera o Segunda RFEF. Para colmo, futbolistas como Manu Miquel o el ex cordobesista Viedma se han lesionado de gravedad, con lo que apenas han dado muestras de su calidad e incluso el primero de ellos seguramente pasará por el quirófano próximamente para intervenirle de una grave operación de rodilla, con lo que tendrá que decir adiós a la temporada. 

El desgaste del modelo

El desgaste del modelo Carrasco, que es muy exigente, se ha dejado sentir en un grupo en el que tal vez los futbolistas más veteranos no han sabido adaptarse, algo que en temporadas precedentes resultó fenomenal con futbolistas noveles, sirviendo el Ciudad de Lucena como trampolín, emigrando a otros equipos de superior categoría merced a su excelente rendimiento en tierras lucentinas. 

El mal ambiente en el seno de la plantilla era un secreto a veces desde hacía un mes, con roces verbales e incluso físicos entre algunos jugadores y el cuerpo técnico. Para colmo, tras la derrota en casa ante el Sevilla C, Dimas Carrasco puso en evidencia la confección de la plantilla y el compromiso de algunos de sus jugadores. A partir de ese momento, las dudas se multiplicaron y la prueba ha sido que el equipo solo pudo empatar en casa del vicecolista Espeleño y ganar en Lucena al colista Ayamonte, mientras que la derrota en el derbi del sur de Córdoba frente al Salerm Puente Genil puso la puntilla a la trayectoria de los hermanos Carrasco. 

Rueda de prensa de despedida de los hermanos Carrasco en el Ciudad de Lucena.

Rueda de prensa de despedida de los hermanos Carrasco en el Ciudad de Lucena. / Ciudad de Lucena

La presión de temporadas anteriores

Hasta ahora se habían hecho unos campeonatos ligueros muy interesantes con plantillas jóvenes y no muy costosas, que desgraciadamente no se pudieron cristalizar en éxito. En la primera campaña fue el potente Betis Deportivo el que en la final del play off en Marbella le quitó el sueño de ascender. En la segunda temporada, que era muy fácil subir de categoría, porque ascendían tres equipos del grupo 10, perdió en el último minuto en casa ante el Ceuta, lo que enervó los ánimos de la afición. En la tercera campaña fue apeado de la última eliminatoria a disputar en Madrid por el Utrera sólo por la diferencia de puntos de la clasificación regular, toda vez que el partido acabó con empate a uno.

Para esta cuarta campaña, la directiva apostó fuerte con la venta de 1.000 abonos al precio de 50 euros con el fin de tener un gran respaldo social y por consiguiente se incrementó el presupuesto de manera ingente, siendo uno de los más altos junto al Córdoba B, Xerez Deportivo y Gerena. 

Ausencia de hombres-gol

La cuarta cuestión es la falta de hombres con gol. En temporadas precedentes siempre hubo referentes que permitían al Ciudad de Lucena ser de los equipos máximos goleadores, por cuanto no sólo anotaban los delanteros, sino también los extremos y mediocentros. En esta ocasión, sólo ha destacado hasta ahora el ariete Diego Domínguez con 7 goles de los 17 que ha anotado su equipo en 14 jornadas, siendo secundado por Antonio Pino con 3 tantos. 

Las exigencias de la afición

A diferencia de las temporadas precedentes, los seguidores celestes en la campaña 22-23 están siendo muy exigentes con la plantilla y sobre todo con el cuerpo técnico, porque se vendió un equipo ganador, que después ha resultado un desatino. 

El nuevo entrenador, Rafael Carrillo “Falete”, que en su anterior etapa en el extinto Lucena CF marcó una gran trayectoria con dos play off de ascenso a Segunda División del fútbol español y varias temporadas jugando eliminatorias de Copa del Rey, tiene como objetivo recuperar la confianza de la grada y de su plantilla, a la que tendrá que nutrir de nuevas incorporaciones en el mercado de invierno, toda vez que se marcharon en noviembre el defensa Alex Sánchez y el extremo Dani del Moral, sin que hasta el momento hayan venido nuevas incorporaciones.  

Ahora mismo sólo va a contar con 14 futbolistas de la primera plantilla para afrontar el desplazamiento a Ceuta de este próximo sábado, por las lesiones de Chucky, Manu Miquel y Viedma, así como el sancionado Antonio Jesús, con lo que tendrá que convocar a 4 jugadores del filial. 

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