El Córdoba Futsal se queda a medias ante el Levante en Vista Alegre

Un punto más y un sabor agrio para el Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad, que no termina de coger la línea deseada en el Palacio de Deportes Vista Alegre, donde solo ha ganado un partido en lo que va de curso. Demasiado poco como para despegar definitivamente en una tabla clasificatoria de Primera División igualadísima. Ahí, en esas apreturas, está la esperanza o el tormento para los blanquiverdes, que siguen fuera de los puestos de descenso y con la zona de Copa de España a tiro. De todos modos, el 3-3 ante el Levante se encaja como una ocasión perdida.

El equipo local tuvo una puesta en escena dinámica, presionante desde arriba, tratando de imponer el ritmo y agobiar a un Levante que llegaba metido en una espiral negativa, con una sola victoria en las últimas cinco jornadas. Jesulito fue el primero en intentarlo con un trallazo lejano, pero los granotas no querían dejarse dominar. Su situación -en puesto de descenso al arrancar la jornada, con los mismos puntos que el Córdoba- no les permitía un desliz. Antoniazzi replicó con un tiro al poste. Había pelea.

La salida a la pista de los pívots referenciales de los equipos, Alberto Saura y Pedro Toro, aportó una nueva dimensión a los ataques. El del Levante la tuvo clarísima en un mano a mano con Fabio que terminó con la pelota desviada. El intercambio de golpes marcaba el duelo. Los de Josan, algo imprecisos en el pase, no le perdían la cara al pulso.

Protagonismo de los pívots

Pedro Toro, en una brillante acción individual, puso en apuros a Fabio con un lanzamiento pegado al palo. El Córdoba aguantaba al límite del error. Hasta que lo tuvo en una pérdida en campo contrario de Lucas Bolo que propició una contra de Antoniazzi y Pedro Toro, con gol del gaditano. El Córdoba, furioso, rozó el empate por medio de Saura. Pero el mundo se le vino encima dos minutos después, tras encajar el 0-2 con la firma de Rubi Lemos en una galopada que le dejó solo ante un Fabio desguarnecido. El escenario se ponía turbio para los blanquiverdes.

La reacción llegó a balón parado y con el sello de Miguelín, que superó a la barrera y sorprendió al portero en un lanzamiento de falta para el 1-2. La fogosidad en el ataque de los locales para buscar el empate dejaba la retaguardia indefensa, lo que provocó llegadas a la meta de Fabio, que sacaba como podía el peligro. Josan pidió tiempo muerto para reorganizar el plan. Álex Viana no pudo superar a Fede, que le tapó bien la portería al brasileño en una clara ocasión local. Muhammad también probó el meta levantino en un arreón final para reparar el desaguisado y Pulinho, en los últimos instantes, desbordó con su habilidad en el uno contra uno. Bolo pudo hacer el empate antes de que se produjera una trifulca tras una acción entre Pulinho, Perin y Rubi, que terminó con roja directa al granota por empujar al 98 local.

Arranque en inferioridad

El Levante inició el segundo tiempo con los primeros noventa segundos en inferioridad, debido a la expulsión de Rubi. El Córdoba lo intentó en ese espacio y estuvo cerca con un tiro de Saura, pero el Levante logró recuperar al grupo completo y salir indemne. Los blanquiverdes siguieron apretando y lograron su propósito por medio de Saura en una jugada polémica, porque los levantinos reclamaban que se había movido la portería. El horizonte se volvía a abrir para los locales, que encontraron el estímulo de un Vista Alegre enfervorizado.

Del Moral cogió la bandera y el Córdoba sacó lo mejor de su repertorio ante un Levante tocado. El técnico azulgrana, Sergio Mullor, se desgañitaba en la banda para mantener el orden en un conjunto desnortado. Lucas Perin percutió con fuerza y generó peligro, junto con un Del Moral clarividente. El control era claro de los dueños de la cancha. 

El panorama se alteró en el minuto 38, cuando Ismael vio la segunda amarilla y su consiguiente expulsión. Apenas unos segundos después, Rafa Usín marcó el 2-3 con un derechazo tras burlar a toda la defensa rival. Un latigazo de Viana que repelió el poste animó al Córdoba, inquieto ante el devenir de los acontecimientos. 

Los blanquiverdes iban ya con todo. Muhammad luchaba hasta la extenuación sacando faltas. El Levante hizo la quinta con casi siete minutos aún en el marcador. Y llegó la ocasión. La acción de diez metros la ejecutó Jesulito con pericia para firmar el 3-3. Faltaban cinco minutos frenéticos.

Fabio le sacó un disparo envenenado a Pedro Toro, añadiendo angustia al equipo local en un partido clave. Miguelín salió como portero jugador en los dos últimos minutos. Pero no hubo manera.

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