La viguesa Susana Rodríguez Gacio, junto a su inseparable guía Sara Loehr, se proclamó campeona del mundo de paratriatlón por quinta vez en Abu Dhabi. La deportista gallega, en la clase PTVI de discapacitados visuales, agrandó su palmarés con este nuevo título mundial, el quinto de su carrera, que se suma a los tres europeos y el oro en los Juegos Paralímpicos de Tokio que ya lucen en sus vitrinas.

Rodríguez Gacio, con una discapacidad visual que apenas le deja un resto de visión, fue de menos a más durante la competición y acabó superando en meta en 32 segundos a la pareja italiana liderada por Francesca Tarantello.

"Estoy muy contenta con el resultado porque ha sido un año muy complicado", dijo la triatleta gallega, que iniciará el próximo año la carrera hacía París como principal favorita de su categoría.

Cinco medallas para la delegación española

Daniel Molina conquistó su cuarto campeonato del mundo en la clase PTS3 de discapacitados físicos al finalizar primero una prueba en la que tuvo que remontar en el último sector de la carrera a pie al neerlandés Nico Van der Burgt, que llegó líder a ese último tramo.

En la categoría PTS4 de discapacidad moderada, la joven madrileña Andrea Miguélez, de 19 años, volvió a subirse a lo más alto del podio unos meses después de proclamarse campeona de Europa. Andrea nació con la malformación de Arnold Chiari, una afección en la cual el tejido cerebral se extiende hacia el canal espinal causando presión en el cerebelo y tronco encefálico. En esa misma clase se colgó el bronce Marta Francés, que aventajó en más de tres minutos a la cuarta, la británica Megan Richter.

Susana Rodríguez Gacio, en la línea de meta.

El canario Lionel Morales, en la categoría PTS2 de deportistas con discapacidad física severa que compiten de pie, se proclamó subcampeón del mundo a solo seis segundos del ganador, el francés Jules Ribstein. De esta forma cierra un año redondo en el que conquistó también el bronce en el Europeo de Polonia.

El almeriense Jairo Ruiz, medallista de bronce en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, llegó a la cita tras superar una larga lesión de espalda que estaba lastrando su rendimiento desde hace más de un año. El hándicap del poco entrenamiento de natación, algo que ya había avanzado, le pasó factura y finalizó décimo de la clase PTS5 de discapacidad física.

El valenciano Héctor Catalá, junto a su nuevo guía Carlos Oliver, se quedó a un paso de las medallas en la clase PTVI de discapacitados visuales al concluir cuarto a doce segundos del bronce de la pareja francesa liderada por Antoine Perel.

La madrileña Eva Moral, en la clase PTWC de silla de ruedas, vivió su primera gran competición internacional tras ser madre el pasado mes de junio. Notó la falta de entrenamiento en una temporada atípica y concluyó sexta.

La vizcaína Rakel Mateo, PTS2 de deportistas con discapacidad física severa que compiten de pie, quedó quinta, muy lejos de las medallas.