24 horas después, casi nada ha cambiado. Las árbitras de la Liga F se mantienen en su decisión de no dirigir los partidos que les han sido asignados al entender insuficiente la remuneración que los clubes les proponen para esta temporada. Las tres reuniones que ha habido desde este lunes, dos de ellas a instancias del CSD, han provocado que las posturas de Liga F y RFEF se moderen, pero sin acercarse a un punto intermedio que permita vislumbrar un fin cercano del parón arbitral.

Las colegiadas, a través de la RFEF, que ejerce su representación, siguen solicitando una remuneración de 50.000 euros brutos anuales. La Liga F, por su parte, se mantiene en las cifras que puso sobre la mesa el lunes: 25.000 euros, la mitad.

El CSD, según las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario del grupo Prensa Ibérica al que también pertenece este periódico, propuso durante la reunión que la Liga F pague a las árbitras "lo que se pueda permitir". Una cantidad que la institución que preside Beatriz Álvarez Mesa estima en esos 25.000 euros para las árbitras principales y 14.000 para las asistentes.

El Gobierno sí ha instado a la Liga F a elevar la segunda cifra a 16.000 euros, dado que es el salario mínimo de las futbolistas, propuesta que la patronal acabará por aceptar. La Liga F destaca, por su parte, que en su propuesta para las jueces de línea estas cobrarían más de cinco veces más de lo que lo venían haciendo hasta ahora.

Oferta de la RFEF

Fuentes de la RFEF explican que durante la reunión ha ofrecido una rebaja de 650.000 euros al año en costes no salariales: viajes, pernoctaciones, organización, seminarios... "La diferencia de ayer a hoy es mínima y las chicas se han sentido muy infravaloradas", declaró Yolanda Parga, responsable del arbitraje femenino de la RFEF, anticipando una nueva negativa de las afectadas.

La situación, en fin, no parece estar cerca de solucionarse. Habrá otra reunión el jueves pero no reina el optimismo de cara a que la jornada del fin de semana, la segunda del campeonato, pueda disputarse. El tono, eso sí, parece más cordial tras estas tres reuniones.

La primera de ellas fue convocada por el CSD minutos después de la rueda de prensa que dieron las árbitras el lunes por la mañana, en la que defendieron su postura de no arbitrar hasta tener unas condiciones de trabajo que estimaran dignas y acordes a la condición profesional de la competición. También reivindicaron que esta decisión era solo suya y que no estaban siendo manipuladas o influenciadas por Luis Rubiales.

Esa primera reunión sirvió para calmar los ánimos y para retomar los contactos entre las partes, que se volvieron a reunir el martes por la mañana, ya sin la presencia de miembros del Gobierno. Ese cónclave fue un desastre y forzó al CSD a convocar uno nuevo, el tercero, para la tarde del martes. En él, mejores palabras pero posturas casi igual de distantes.