Todo el mundo se acordará de este partido cuando se juegue otro en situación similar. Lo habrá, no lo duden. El Córdoba Futsal se quedó en las puertas de la Final a Cuatro de la Copa del Rey tras un encuentro formidable en todo, hasta en sus errores. Porque en una eliminatoria de este calibre -en lo emocional y en lo deportivo- es absurdo pensar en actuaciones perfectas, en interpretaciones impecables de lo que se dibuja durante la semana en las pizarras. De hecho, los planes saltaron por los aires muy pronto. El Industrias tomó una renta que parecía cómoda en unos primeros minutos de eficacia plena pero el Córdoba, fiel a su norma, se encargó de meter el partido por otra vía. La noche fue un constante cuerpo a cuerpo, una prueba de resistencia. Sí, se iba a resolver por detalles. Pero es que esos detalles fueron legión. No pararon de suceder cosas en una velada que queda ya en el historial del joven club cordobés como un hito más.

A los dos minutos llegó una ocasión clarísima para Álex Viana tras un servicio de Zequi, pero se le echó el portero encima. El brasileño se quedó con ganas, ofuscado, y a la primera que le llegó soltó un trallazo que obligó a emplearse a Borja Puerta. Pero hay lastres que se pegan como un chicle al zapato sin que haya forma de soltarlos. El Córdoba Futsal se metió pronto en problemas. Un error en la salida de balón lo aprovechó Corso para robar y enviar la pelota al área, donde Drahovsky solo tuvo que empujarla a la red. La grada rugió como nunca, rebelde, y el Córdoba le puso entusiasmo, pero poco acierto. El Industrias, sólido, iba con el viento a favor y apenas permitía a los locales generar juego de ataque. Las rotaciones no alteraron el panorama. Y llegó el segundo golpe. Una acción combinada la rubricó David Álvarez para un 0-2 que heló Vista Alegre. Josan González pidió tiempo muerto. El guion del partido se había roto y exigía una acción directa.

Agallas y tesón

Los locales tiraron de agallas para remendar el descosido. Jesulito la tuvo en un tiro que se le fue alto y después Zequi resolvió con un lanzamiento desviado una galopada. Los blanquiverdes metieron presión. Álex Viana llamó a la esperanza con un golazo y a los diez minutos igualó Lucas Perin tras resolver con potencia un rechace del portero. El técnico colomense, Javi Rodríguez, paró la sangría con un tiempo muerto mientras el pabellón se volvía loco y los jugadores se aferraban a la electrizante sensación de la épica. Comenzaba otro partido. Distinto. El Córdoba ya había sentido el dolor, vio que que podía salir de la situación y fue con todo. Aferrado a un Álex Viana muy inspirado, con un despliegue físico extraordinario, el Córdoba logró resurgir. El Industrias se desmontó ante el alarde de fortaleza de su adversario. Pablo Del Moral culminó la remontada en un partido de locura, pero aquello no había hecho más que empezar.

Lucas Perín celebra uno de los goles del Córdoba ante el Industrias Santa Coloma en Vista Alegre. A.J. González

Después de una cascada de ocasiones en el marco catalán -Jesulito, Zequi, Shimizu...-, el Industrias cazó el empate por medio de David Peña, pero el Córdoba estaba ardiendo y mantuvo una ofensiva brutal. Álex Viana remachó con furia en la línea el 4-3 y apenas segundos después Cristian protagonizó una excelsa intervención a tiro de Rufino. El guardameta, sin embargo, no pudo interceptar el lanzamiento de Uri Santos. El intermedio llegó con los dos equipos enfebrecidos, entregados a una lucha sin miramientos y un revelador 4-4 en el marcador.

Drahovsky define

Álex Viana, hipermotivado, fue el primero en asustar al Industrias en el segundo tiempo. Al brasileño se le fue desviada. La réplica la puso David Álvarez en una falta que exigió una estirada a Cristian. El conjunto catalán recurrió a su futbolista más letal, Drahovsky, cuya capacidad intimidatoria era evidente cada vez que entraba en contacto con el balón. Un potente derechazo del internacional eslovaco volvió a adelantar al Industrias en un segundo tiempo tan enloquecido como el primero. Con los equipos desgastados físicamente y con los corazones a tope, el pleito se dirigió por los insondables caminos de la incertidumbre. Nadie se guardaba ya nada, para qué. A falta de diez minutos, Drahovsky tiró de galones para clavar un 4-6 que hubiera destrozado a cualquiera... pero no al Córdoba. Lucas Perin llevó el delirio a la hinchada acercando a los suyos a un gol.

El intercambio de golpes era constante y conmovedor. David Peña resolvió con pericia una buena jugada de los suyos para poner al Industrias de nuevo dos arriba. Con cinco minutos en el crono, Shimizu se enfundó la camiseta de portero jugador. Empezaba la ruleta rusa. Lucas Perin, con su fútbol excesivo -para bien y para mal-, colocó a 6-7 tras un tiempo muerto a falta de tres minutos. En Vista Alegre saltaban chispas. Miguelín estuvo a punto de lograrlo y Shimizu no acertó a rematar en la línea con menos de un minuto en el reloj. Perin estuvo cerquísima a falta de 16 segundos, mientras Josan González pedía tiempo muerto para jugar la última carta y el pabellón cantaba "¡Sí, se puede!". Pero esta vez no fue posible. Tal vez la próxima.

Ficha técnica:

6 -Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad: Cristian Ramos, Pablo Del Moral, Zequi, Jesulito, Viana -equipo inicial-, Shimizu, Saura, Miguelín, Ricardo, Caio y Lucas Perin.

7 -Industrias Santa Coloma: Borja Puerta, Sepe, Corso, Drahovsky, Verdejo -equipo inicial-, Uri Santos, David Peña, Rufino, Cardona y Khalid.

Árbitros: Cordero Gallardo y Carrillo Arroyo (Colegio Andaluz). Amonestaron con tarjeta amarilla a los locales Zequi y Del Moral y a los visitantes Sepe, Uri Santos, Cardona, David Peña, Verdejo y Khalid.

Goles: 0-1, min. 3: Drahovsky. 0-2, min. 7: David Álvarez. 1-2, min. 8: Álex Viana. 2-2, min. 10: Lucas Perin. 3-2, min. 13: Pablo Del Moral. 3-3, min. 17: David Peña. 4-3, min. 18: Álex Viana.4-4, min. 20: Uri Santos. 4-5, min. 23: Drahovsky. 4-6, min. 31: Drahovsky. 5-6, min. 32: Lucas Perin. 5-7, min. 34: David Peña. 6-7, min. 37: Lucas Perin.

Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre ante 2.500 espectadores.