Julia Figueroa protagonizó un dulce regreso a la alta competición después de su participación en los Juegos de Tokio. La cordobesa, que pertenece al equipo Terra i Mar de Valencia, logró una medalla de bronce con un sabor muy especial en el Grand Slam de Tel Aviv. La conquistó doblegando en una de las finales de consolación a Shira Rishony, que fue quien la apeó de la lucha por las medallas en la última edición de los Juegos Olímpicos. Figueroa se impuso a la israelí, motivada por su condición de anfitriona en un Grand Slam que ya había ganado en la edición de 2019, pero que en esta ocasión no pudo con la cordobesa tras casi ocho minutos de combate.

Figueroa quedó exenta en la primera ronda por entrar como la segunda mejor de las participantes en el ranking mundial (es séptima). La alemana Nathalie Kolein fue la primera en quedar en el camino en la categoría de -48 kilos. Sin embargo, no pudo superar a la serbia Milica Nikolic en la fase preliminar, por lo que se vio relegada a la repesca. 

Ahí demostró su potencial doblegando a la serbia Andrea Stojadinov para lograr el billete a la lucha por el bronce: le aguardaba la local Rishony, que había perdido ante la francesa Shirine Boukli, actual segunda del mundo y ganadora del oro en la final, superando a la italiana Francesca Milani. Figueroa logró subir al podio en su primera competición de 2022.