Si no hubiera existido el último minuto del partido del Córdoba Futsal ante el Xota Osasuna, la fiesta para Alberto Saura hubiera sido absoluta. El murciano reaparecía en casa esta temporada, marcada para él por una fascitis plantar que le mantuvo alejado de la competición. Tenía ganas y las demostró del mejor modo: firmó dos goles y ayudó a construir un escenario maravilloso. Más de dos mil almas cantaban en las gradas del Palacio Vista Alegre. Se paladeaba la sensación de haber dado un salto atrás en el tiempo, con la algarabía de una afición emocionada y un equipo que estaba doblegando a un adversario de mucho rango.

Pero los acontecimientos dieron un giro inesperado y radical. Ese último minuto existió y el partido que los blanquiverdes dominaban por 3-1 concluyo con 3-3. Los primeros puntos que se van del hogar del Córdoba. "Es una pena porque estaba Vista Alegre lleno y para nosotros eran tres puntos importantísimos", reflexionaba el pívot, que ante los hechos consumados no encontraba una receta mejor que esta: "Hay poco más que decir, hay que seguir trabajando porque no queda otra".

Saura, que hizo el pasado curso 22 goles en 33 partidos, anotó los dos primeros de la 21-22 en un duelo especial, "muy igualado", en el que los planes estaban claros. "Sabíamos que ellos iban a esperarnos atrás; son muy intensos en defensa, muy aguerridos", subrayó sobre el equipo rojillo, ante el que el Córdoba combatió "haciendo nuestro juego y entrando en el partido, que al final se nos puso de cara". El doblete de Saura y el espectacular gol de Kazuya Shimizu parecían haber encarrilado el signo del encuentro. Todo se torció. "Hemos tenido que defender cinco minutos contra portero-jugador, que en esta categoría es muy difícil", apunta Saura.

¿Qué ocurrió para que todo se estropeara? "Personalmente creo que hemos tenido dos errores no defensivos, sino de picardía y de estar más listos porque solamente quedaban veinte segundos. Esos errores ya los corregiremos. La semana anterior nos expulsaron a uno y supimos aguantar", reflexionaba el pívot internacional, que confesó sus sentimientos al final. "No me voy contento a casa a pesar de los dos goles porque el equipo ha empatado y aquí tenemos que ganar todos los partidos con este ambiente", manifestó.

A partir de ahora, el objetivo está en "aprender de estos errores porque esta temporada vamos a defender más portero-jugador que atacar". El retorno de Alberto Saura y su reencuentro con el gol, sumado al del japonés Shimizu, supusieron para Josan González uno de los aspectos más positivos del partido porque "los pivots hicieron gol", aunque el entrenador pontanés también se marchó, como todos, contrariado y frustrado. "Esto es Primera División", dejó dicho