Ya hace más de cinco años que Dani Alves hizo las maletas, pero el Fútbol Club Barcelona seguía sin haber podido llenar el hueco que dejó en el lateral derecho. Ni Douglas, ni Semedo, ni Aleix Vidal, ni Sergi Roberto, ni Wagué, ni Dest ni Mingueza han conseguido hacer olvidar al brasileño. Emerson, el último en llegar, fue un visto y no visto y se fue tras haber jugado apenas tres ratitos. Al final el nuevo Alves será.... Alves.

A las nueve de la noche el club lo ha hecho oficial su regreso hasta final de temporada, después de que Xavi diera el OK al retorno de su excompañero de vestuario, como ha adelantado 'Sport'. La salida de Ramon Planes ha abierto la posibilidad de que el nuevo entrenador adquiera poder de decisión en los fichajes y su opinión ha sido clave para concretar el primer refuerzo. Igual que Alves fue uno de los primeros fichajes de la era Pep Guardiola hace 13 años.

Entonces tenía 25 años y el Barça pagó por él 32 millones de euros al Sevilla. Ahora, a sus 38 llegará gratis ya que se encontraba sin equipo después de rescindir su contrato con el Sao Paulo. Más allá de lo que pueda aportar en el campo, el técnico egarense valora el buen ambiente de grupo que genera, además del liderazgo y la experiencia que pueda aportar a un vestuario lleno de jóvenes talentos como Pedri o Eric García, a los que se enfrentó en la final olímpica el pasado verano. En Tokio, donde rindió a buen nivel ante chavales a los que les doblaba la edad, el futbolista más laureado de la historia conquistó su último título, el 44º, 23 de ellos con la casaca azulgrana.

Cuando Xavi se marchó en 2015, Dani heredó su dorsal número 6. "Le pedí permiso para usarlo, le dije que lo iba a representar bien -dijo en la presentación del equipo-. No para ser igual que él, porque el 'maqui' es inigualable en este club, sino porque conmigo ese número iba a tener dedicación, entrega e iba a defender estos colores".

Al año siguiente se marchó del Camp Nou, poniendo rumbo a Turín. "No creía en los dirigentes que estaban en ese momento. Después se comprobó que yo tenía razón. Como fui la primera persona que lo dije, me llamaron loco, pero, como siempre... Soy un buen loco", comentaba recientemente. La falta de sintonía que tenía con Josep Maria Bartomeu contrastaba con la que siempre ha tenido con Joan Laporta.

"Alves está ayudando al club de muchas maneras, y también nos ofreció su ayuda desde una perspectiva deportiva", comentó el actual presidente el lunes en la presentación de Xavi. El zaguero, que no entró en la última lista de Brasil y quiere seguir jugando para llegar al próximo Mundial de Catar, había descartado otras ofertas priorizando su regreso al Camp Nou. "Salí diciendo que cuando el Barça me necesitara y me quisiera yo estaría a su disposición independientemente de donde estuviera. Es demasiado el cariño, el amor y el respeto que tengo por esta casa. Si el Barça piensa que me necesita solo tiene que llamarme", había sentenciado el carrilero.

El club y el jugador esperan cerrar su contrato en los próximos días para que se pueda incorporar lo antes posible a la disciplina del equipo, aunque en principio deberá esperar a que se abra el mercado de invierno para poder ser inscrito. Su salario sería prácticamente testimonial, según precisa el diario As, para encajarlo en el estrecho margen de 'fair play' financiero del club y para poder hacer frente a las dos otras incorporaciones que el Barça quiere hacer en enero.

Tras el lateral, el extremo

Tras resolver la incógnita de Alves, el siguiente reto será despejar la del extremo, una de las prioridades para Xavi, que quiere volver al clásico dibujo de 4-3-3 con extremos abiertos. El nombre que suena con más fuerza es el de Raheem Sterling, del Manchester City, con quien Pep Guardiola ha dejado de contar con la frecuencia que acostumbraba esta temporada.