Ni un minuto ha jugado aún Ousmane Dembélé en su quinta, y tal vez última, temporada en el Barça. Se lesionó en junio pasado con la selección francesa disputando desde la Eurocopa prolongando esa ya casi rutinaria visita a la enfermería del Camp Nou. Más de cuatro meses alejado del césped, por lo que Koeman ni ha podido tenerlo este curso.

A Sergi Barjuán, técnico por dos partidos, de momento, (Alavés y este martes Dinamo), le corresponde gestionar los delicados músculos del delantero francés, que no ha dejado huella alguna en sus cuatro primeras campañas porque todo el talento que insinúa y posee no acaba traduciéndose sobre el césped.

Dudas sobre su futuro

Y justo ahora, cuando Dembélé enfila la última, según determina su contrato, asoman las tradicionales dudas sobre su estado físico unidas a la también delicada decisión que debe tomar el club sobre él. O lo deja jugar, si está recuperado totalmente, o repite el caso Ilaix Moriba, que consiste en dejarlo en la grada por negarse a renovar.

Pero es tal la situación de precariedad que azota al Barça que no puede permitirse perder a un jugador punzante y con desequilibrio, capaz de asustar a las defensas contrarias, que viven ahora cómodamente cada ataque azulgrana (cuatro tantos en los cuatro últimos partidos) tras la dictadura futbolística y goleadora que protagonizó Messi durante tres lustros.

Gestión de los minutos

En buena forma, Dembélé es una solución imprescindible para cualquier equipo. Y más aún para el Barça, ahora de Sergi, porque sería una pieza capital, pero será difícil que sea titular este martes en Kiev.

Sería, en realidad, una temeridad, viniendo de donde viene el francés. "Lleva muchos meses fuera del terreno de juego", recordó Sergi, prudente, extremadamente prudente como debe ser en la gestión de los minutos. 

"Hay que tener cuidado", admitió el técnico, quien desearía que el duelo contra el Dinamo estuviera tan encarrilado que no necesitara ni tan siquiera de la aportación del francés. "Hay que agradecer que quiera ayudarnos en un momento tan delicado para el club", subrayó Sergi, quien en una sola mañana recibió cuatro grandes noticias en medio de ese clima depresivo que sacude al equipo. Y al barcelonismo.

Recibió el alta médica Dembélé y entró en la lista de 23 jugadores, algo que no ocurría desde la pasada temporada. Mismo certificado para Ansu Fati, que se perdió los duelos ante Rayo y Alavés. También está recuperado Frenkie de Jong, quien caía tras el clásico al padecer otro problema muscular que han debilitado la plantilla.

El Kun, tres meses de baja

Aunque, tal vez, el alta médica más sorprendente fuera la de Ronald Araujo, quien tras entrenarse con el grupo (se lesionó con Uruguay y se ha perdido cinco partidos), voló hacia Kiev. En un hospital de Barcelona sigue, entretanto, el Kun Agüero en el hospital con esa arritmia ("nos hemos whatassapeado y me dice que está tranquilo dentro de su cuarto", reveló Sergi), que le mantendrá alejado de la actividad en los tres próximos meses, según ha informado el club azulgrana en un comunicado médico oficial.

Kun, tras sufrir su problema físico en el Camp Nou durante el Barça-Alavés. Jordi Cotrina

No se precisa, sin embargo, el alcance de esa dolencia. "Ha sido sometido a un procedimiento diagnóstico y terapéutico a cargo del dr. Josep Brugada. Es baja y durante los próximos tres meses se evaluará la efectividad del tratamiento para determinar su proceso de recuperación", se ha limitado a informar el Barça.