Así es como se hacía. Exactamente así. El Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad no ha dejado pasar ni un día para reencontrarse a sí mismo en el mejor lugar posible. En Vista Alegre, su hogar, donde se revivieron escenas como aquellas que engancharon a una legión de fieles que han de volver más pronto que tarde. Episodios como el protagonizado ante el Palma Futsal son una bendición en tiempos duros para el deporte cordobés. Los de Josan González terminaron labrando su final feliz en una película que empezó con toques de drama y se desarrolló como una aventura épica. 

Si uno se enfrenta al líder y encaja un gol a los 10 segundos, es probable que se le crucen un montón de pensamientos -y no precisamente agradables- por la mente. El Córdoba Futsal resistió la primera embestida, supo ganarse su oportunidad a base de tenacidad y talento y finalmente doblegó a un adversario excelente. El triunfo cordobés multiplica su mérito por la entidad de la formación que tenía enfrente. El líder que aplastó al campeón Barça estuvo casi siempre sometido por un Córdoba que enarboló la bandera de su esencia. Los blanquiverdes recibieron a un gigante y fueron capaces de empequeñecerlo. El rugido de Vista Alegre se escuchó con fuerza. Los jugadores, emocionados, se abrazaban soñando con que este sonido sea el primero de muchos. La banda sonora de la victoria.

Un duro primer golpe

La puesta en escena fue electrizante. El Córdoba compareció enchufadísimo, con las consignas de Josan González grabadas a fuego y aún candentes desde la arenga del vestuario. A los diez segundos, Zequi le arrebató el balón a Nunes y se lo sirvió a Jesulito, pero el regalo fue tan sorprendente que el gaditano tardó en armar el tiro y la magnífica ocasión no cuajó. La réplica del Palma fue letal: en su primera incursión, Mancuso batió a Cristian Ramos. Ni un minuto había pasado. Igor rozó el segundo, pero el meta cordobés rechazó. Y el Córdoba, tras esa andanada, se recompuso para empezar de nuevo.

Ricardo estrelló un trallazo en el lateral de la red. Las salidas de Shimizu y Viana subieron el nivel de la presión. Miguelín, en una cita especial -el Palma fue su primer equipo-, dejó ver su motivación y ejerció como jefe dentro de la pista. El Córdoba le mantenía el pulso a un Palma atestado de talento y con una propuesta de control desde la amenaza latente. Cuando llegaba, asustaba de verdad. En el día de su retorno a la titularidad, Cristian Ramos tuvo una jornada laboral exigente: además de parar, tenía que vigilar y hasta adivinar las intenciones de jugadores impredecibles por su calidad individual. 

La afición del Córdoba Futsal volvió a Vista Alegre para el estreno de su equipo. Manuel Murillo

Un lanzamiento de Miguelín que desvió Fabio y una contra de Del Moral que concluyó con la pelota ligeramente desviada ejercieron como estimulante anímico dentro y fuera de la pista. En el partido con más público en Vista Alegre desde hace más de año y medio, el aliento de los fieles se dejó sentir. Cristian le sacó un mano a mano a Nunes y unos segundos después Viana estuvo a punto de batir a Fabio. El entusiasmo del brasileño contagió al resto en una fase de inspiración blanquiverde. El poste de la meta balear se estremeció tras un torpedo lejano de Shimizu, que acarició un empate que estaba mereciendo el cuadro local.

Y lo logró con sello cordobés. Cristian realizó un saque larguísimo para que Ismael, de cabeza, batiera a un Fabio que no se entendió con Marlon. El prieguense lo celebró besando el escudo en un festejo que recordó tiempos pasados y activó a todo el mundo. Tras una acción de protestas colectivas y festival tarjetero para los banquillos, Nunes y Miguelín pudieron desequilibrar un duelo trepidante, con los anfitriones tuteando a uno de los candidatos al título.

Sin volver la cara

El Córdoba seguía a lo suyo, incordiante y pendenciero. Lanzando un evidente mensaje de valentía a un Palma que no se sentía nada cómodo y permanecía a la expectativa. Hasta que le cayó su ocasión en un error en la salida que aprovechó el internacional Raúl Campos para enfilar el marco local y superar la salida de Cristian. Con el 1-2, los de Vadillo serenaron -todavía más- su juego para tratar de gobernar desde la posesión y aplacar a un enfebrecido Córdoba.

Jesulito, en un arrebato de raza, desbordó rivales hasta plantarse en el área contraria y servir a Caio César, que llegaba en carrera y no conectó el toque necesario para burlar al meta del Palma. Los blanquiverdes, revolucionados, tocaron a rebato. Viana estuvo a punto. Vista Alegre empezó a hervir. El clásico baile al filo del abismo, un modo peculiar de entender el espectáculo desde el riesgo extremo. En una acción de estrategia, Miguelín la envió entre los palos y Mancuso la sacó en la misma línea. El objetivo logró Zequi, con un toque sutil, para hacer el 2-2 y poner en ebullición el partido.

Ricardo Muñoz grita su gol ante la grada en Vista Alegre. Manuel Murillo

Vista Alegre estalló cuando a falta de cuatro minutos, Ricardo Mayor firmaba la remontada con el 3-2 y daba una nueva dimensión a la escena. La insurrección se completaba. Vadillo pidió un tiempo muerto y el Palma sacó al portero-jugador. Ya no pudo hacer nada. Imposible. El Córdoba Futsal resistió el asedio con un Cristian Ramos imperial y sentenció, con un disparo de maestro desde el campo propio ejecutado por Pablo del Moral. La rúbrica a un partido de autor.

Ficha técnica:

4 -Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad: Cristian Ramos, Pablo del Moral, Ricardo, Jesulito, Zequi -equipo inicial-, Jesús Rodríguez, Ismael, Álex Viana, Shimizu, Caio César, Miguelín y Prieto (p).

2 -Palma Futsal: Fabio, Mancuso, Higor, Tomaz, Nunes -equipo inicial-, Raúl Campos, Marlon, Pope, Vilela, Eloy Rojas y Carlos Barrón (p).

Goles: 0-1, min. 1: Mancuso. 1-1, min. 14: Ismael. 1-2, min. 22: Raúl Campos. 2-2, min.34: Zequi. 3-2, min. 36: Ricardo. 4-2, min. 40: Pablo del Moral.

Árbitros: Martínez Flores y Navarro Lisa (Comité Murciano). Amonestaron con tarjeta amarilla a Shimizu, Alfonso Prieto, Cristian Ramos, Miguelín, Zequi y Josan González por el Córdoba y a Higor, Nunes y Carlos Barrón, del Palma.

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del campeonato de Liga de Primera División, disputado en el Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre ante unos 1.300 espectadores.