No va a ser un partido más para Miguelín, que se prepara para resolver una ecuación de números, exigencias y sentimientos. El duelo entre el Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad y el Palma Futsal (sábado, 13.00 horas, Palacio de Deportes Vista Alegre) supondrá el estreno de los blanquiverdes en casa y la primera cita de competición pura para el jugador en su nuevo hogar. El destino ha querido que el adversario sea su primer equipo, el de su tierra, un Palma que además comparecerá con la vitola de líder de Primera División. Lo dicho, un torbellino de sensaciones que Miguel Sayago Martí (Palma de Mallorca, 1985) aborda bajo el prisma de la experiencia.

"Siempre que me enfrento al Palma es un partido especial porque ellos fueron los que me dieron la oportunidad y creyeron en mí cuando era un pequeñajo, como digo yo", subraya Miguelín, quien admite que tras llevar ya "muchos años fuera de casa" se ha "acostumbrado a este tipo de partidos". Entre su último encuentro defendiendo al Palma y el de este sábado han pasado diez años, todos ellos con el jugador en ElPozo Murcia viviendo una etapa de esplendor -con colección de internacionalidades y títulos- y un declive final contra el que se ha rebelado. Ahora está en Córdoba, una plaza emergente en la que tendrá un rol protagonista.

El Palma Futsal llega bajo la efervescencia de un arranque sobresaliente: pasó por encima del vigente campeón, el Barça, con un inapelable 6-2. "Les superaron en todas las facetas del juego", advierte Miguelín, que no esconde que el obstáculo es de consideración pero apela a un aliado vital. "Aunque tenemos un rival muy poderoso estamos deseosos y con ganas de encontrarnos con nuestra gente, de contar con ese sexto jugador que nos va a hacer mucha falta durante toda la temporada", indica el veterano ala. El aliento de los seguidores será un sostén anímico para el Córdoba ante un Palma que "está haciendo grandes plantillas en los últimos años y optando prácticamente a todo". 

Un examen colectivo

¿La receta para optar al triunfo? La clásica. "Nosotros intentaremos no cometer muchos errores para que ellos no vivan de eso", además de "materializar las oportunidades que tengamos para tener opciones en el partido". En el debut liguero, en la cancha del Jimbee Cartagena (3-1), el Córdoba generó con fluidez situaciones de peligro en el área adversaria, pero le faltó concreción. Los de Josan González buscarán elevar el nivel de efectividad y ya sea por acierto, por insistencia o por ambas cuestiones, protagonizar una de esas actuaciones que están construyendo la memoria colectiva de la hinchada blanquiverde. 

"Mi deseo es encontrarme con nuestra afición, que el Palacio ruja, que estemos todos unidos y a partir de ahí intentar hacer un gran partido para brindárselo a ellos y sumar", indica Miguelín, quien ya tuvo la ocasión de comprobar el efecto de Vista Alegre en anteriores visitas como miembro de ElPozo Murcia. Ahora forma parte de la brigada blanquiverde como una pieza con rango, un líder cuya presencia es un mensaje: el Córdoba quiere crecer.