Por más experiencia que uno tenga, cuando llega la hora de un estreno siempre es inevitable una sensación de duda, razonable o no, sobre si se podrán convertir en realidad las expectativas. Así funciona el negocio del deporte profesional. Se marcan objetivos -en verano se suelen exagerar, por cuestiones de marketing- y luego todo se calibra en función de su consecución. El Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad abre este sábado (12.00 horas, Palacio de Deportes de Cartagena) su calendario en la Primera División ante el Jimbee. El discurso oficial coloca el reto en una permanencia sin agobios. Pero dentro del equipo hierve un gen rebelde y ya hay quienes deslizan que puede haber llegado el momento de dar un paso más.

Es la tercera campaña en la élite, lo que de por sí es ya un rotundo éxito. No es frecuente que un club deportivo cordobés permanezca tanto tiempo entre los mejores. En la capital no lo ha logrado nadie en más de medio siglo. El equipo blanquiverde parece mejor ahora que antes. Pero, claro, tendrá que demostrarlo. A por ello va. El primer escollo del campeonato es de los que resultan, cuanto menos, inquietantes. El Jimbee Cartagena, uno de los candidatos a pelear por lo máximo, aguarda en su recinto de la Nueva Bombonera con más de mil socios y un tridente peculiar con acento cordobés: Solano, Bebé y Andresito. Los dos primeros se incorporaron más tarde al grupo después de haber disputado con España el Mundial de Lituania, en el que La Roja de Fede Vidal quedó eliminada por Portugal, a la postre campeona del torneo. Los meloneros se han reforzado con brío: ficharon a los brasileños Meira, Motta y Simi Saiotti. Este último, que llega desde el KPRF ruso, será el que tenga la misión de suplir a Waltinho, que firmó 25 goles en la campaña pasada.

 "El Jimbee es el campeón de la liga regular de la pasada temporada, tiene al mejor entrenador de la categoría -el brasileño Duda- y una grandísima plantilla", resalta Josan González, quien no esconde las dificultades pero se centra en las posibilidades de los suyos. "Nosotros tenemos claro cuáles son nuestras fortalezas y tenemos confianza plena en que podemos traernos puntos para Córdoba", manifiesta el entrenador blanquiverde.

Dos bajas: Saura y Perin

El plantel ha viajado con dos bajas: las de Alberto Saura y el brasileño Lucas Perin. El pívot murciano no se ha recuperado de la lesión -una fascitis plantar- que le ha aquejado durante la pretemporada y que le dejó fuera de combate en el amistoso que disputaron los blanquiverdes en el Palacio Vista Alegre ante el Real Betis Futsal (6-6). 

Josan González ha incluido en la expedición a Alfonso Prieto, Cristian Ramos, Jesulito, Jesús Rodríguez, Shimizu, Álex Viana, Miguelín, Pablo del Moral, Zequi, Ricardo Mayor, Ismael y Caio César.

El progreso en los ensayos 

El Córdoba Futsal despachó dos meses de preparación marcados por por los vaivenes y las lesiones. La incorporación tardía y escalonada de los brasileños -primero Caio, después Viana y finalmente Perin-, la ausencia del japonés Shimizu por su participación en el Mundial y el rosario de percances físicos condicionaron una etapa en la que Josan González contó con una ventaja clara: mantenía el bloque del curso anterior, con conceptos ya asimilados. La adaptación de los nuevos se engrasó y el encaje no ha chirriado en absoluto. De hecho, el trío de novedades dejó su impronta. 

Ismael López, autor de ocho goles en los amistosos, ratificó su potencial para elevar el nivel de eficacia del Córdoba en el área contraria. Al prieguense, a préstamo por ElPozo Murcia, le sobran las ganas de dejarse ver en un sitio especial, el club en el que despuntó como juvenil. Con Álex Viana, el Córdoba consigue a un especialista en el remate, un jugador que vive por y para el gol. En Polonia deslumbró durante un trienio con el Bielsko Biala y ahora, con 23 años, afronta el examen de la Primera División española. Lo de Miguelín se enmarca en una operación que va más allá de lo deportivo. El balear, un icono del fútbol sala español, salió tras una década de ElPozo para ser protagonista en el final de su carrera. Con 36 años, su presencia refuerza la marca blanquiverde. Pero no solo eso. Su calidad le puede convertir en un arma letal si le respetan las lesiones. Desde su llegada ha ido reacondicionando su estado físico para ir alcanzado un tono competitivo. Josan González le tiene reservado un rol relevante en el proyecto.

El armazón del curso anterior se mantiene con jugadores revalorizados como Alberto Saura, Zequi, Jesulito o Pablo del Moral, que han relanzado sus carreras en Córdoba para colocarse entre los top de la categoría. Tras el susto de la temporada pasada, en la que pese a amasar diez victorias tuvieron que esperar hasta la última jornada para sentenciar su permanencia matemática, los componentes del plantel albergan el deseo de espantar la angustia y volver a disfrutar. El retorno del público al Palacio de Deportes Vista Alegre, una de las canchas más pobladas antes de la pandemia del covid, puede componer el escenario ideal para que el club se consolide entre los mejores. Este sábado empieza a competir. Se inicia la evaluación continua para un Córdoba de Primera.