El piloto australiano Daniel Ricciardo (McLaren) se ha llevado este domingo una sorprendente victoria en la carrera del Gran Premio de Italia, una cita donde el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) y el británico Lewis Hamilton (Mercedes) se anularon mutuamente al verse envueltos en un accidente que dejó a ambos fuera de la lucha en el ecuador de la cita. Verstappen ha sido sancionado con una penalización de tres puestos en la parrilla de salida del próximo Gran Premio de Rusia.

La Fórmula 1 vivía la vuelta 26 en el histórico circuito de Monza cuando el vigente campeón, que acababa de realizar su primera parada, y el actual líder, que pagó su mal paso por boxes, se encontraron en pista. Su encarnizada pelea acabó con un toque en la curva 2, después de que el holandés se subiese al piano al quedarse sin sitio, que mandó a ambos coches a la grava.

Con el Red Bull subido encima del Mercedes en una inaudita imagen, Ricciardo se quedó sin perseguidores y pudo celebrar, por delante de su compañero de equipo, el británico Lando Norris, y del finlandés Valtteri Bottas (Mercedes), que remontó desde la decimonovena a la tercera posición, su octavo triunfo en el 'Gran Circo', el primero desde el Gran Premio de Mónaco de 2018.

Verstappen culpó a Hamilton del choque entre ambos que les dejó fuera de carrera en la vuelta 26 al asegurar que el siete veces campeón del mundo fue “hacia la izquierda” para estrangularle y hacerle “ir fuera de pista”.

“Es desafortunado lo que ha sucedido. Sabíamos que iba a estar ajustado en la curva uno. Estábamos muy cerca en la frenada porque me echó hacia afuera; el siguió yendo a la izquierda para estrangularme y hacerme ir fuera de pista”, comentó en DAZN tras la carrera. “Yo solo quería seguir. Tuve que coger la salchicha porque no había espacio y por eso nos hemos tocado”, añadió.

El holandés contestó con un escueto “sí, por supuesto” a la importancia del halo, sistema de protección de la cabina del piloto, que evitó que su coche cayera sobre la cabeza de Hamilton.