Movistar y Miguel Ángel Superman López han decidido separar sus caminos, intentando frenar el deterioro que han sufrido tanto la imagen del equipo como el propio ciclista después de que López abandonase, repentinamente y sin explicación alguna la Vuelta en su penúltima etapa, justo cuando defendía el podio, que compartía en aquel momento con su compañero Enric Mas y el poderoso líder y ganador final de la ronda española, el esloveno Primoz Roglic.

 Por muy bien que Telefónica y Superman intenten vender esta ruptura, lo cierto es que desde las altas instancias de la compañía española, con intereses en Colombia y en toda Sudamérica, lo cierto es que la orden que le ha llegado a Eusebio Unzué, máximo responsable del equipo, es que no quieren que el deportista siga vistiendo el maillot de Movistar.

La Gazzetta dello Sport ya valoró este miércoles la posibilidad de que López regresase al Astana, equipo kazajo donde el colombiano ya militó del 2015 al 2020, cuando dio el salto al Movistar, con el que protagonizó uno de los abandonos más tristes, inoportunos e inexplicable de la última década. De nada le sirvió a Superman López pedir perdón de inmediato. "Solo puedo pedir perdón a la afición, a mis compañeros y a nuestro patrocinador de cómo ha ido todo", señaló López y desapareció.