La provincia de Córdoba recibió con los brazos abiertos la disputa de la duodécima etapa de La Vuelta a España. La prueba, en las prácticamente dos horas y media que estuvo en tierras cordobesas, dejó imágenes para el recuerdo que refrendaron la devoción existente por este deporte.

La salida, oficiada a las 13:24 horas desde Jaén debido a una avería sufrida por un participante, fue cumpliendo -y adelantando- su hoja de ruta de 175 kilómetros por las localidades jiennenses de Torredonjimeno y Porcuna. Acto seguido, el pelotón abordó Cañete de las Torres, Bujalance, El Carpio, Villafranca y la barriada de Alcolea hasta la llegada a la capital, una circunstancia que no se producía desde hace siete años. Por ello, la expectación reinante en las calles no se hizo esperar y las primeras muestras de cariño a la prueba ciclista por excelencia de nuestro país pudieron verse cerca de Rabanales.

El calor no mermó a una entregada afición

Posteriormente, ya en la Avenida de Libia, un gran número de aficionados vitorearon a los ciclistas que atrevesaban las calles de la zona de Levante. Algunos valientes, pese al fuerte calor reinante, decidieron situarse en las pocas sombras que hallaban a su paso -incluso empleando paraguas para ello-. Otros, a la altura de la Avenida Jesús Rescatado, dispusieron sus propias butacas para vivir in situ todo lo que ocurriese. Desde los balcones también se alentó a unos deportistas que se encaminaron -tras atravesar lugares emblemáticos como la Ribera y el primer acceso a Conde de Vallellano- a la subida de Las Ermitas (Alto de San Jerónimo).

El puerto de tercera categoría de 7,3 kilómetros recibió a un pequeño grupo de escapados que habían iniciado la fuga a las puertas de Córdoba. La ventaja de poco más de un minuto con respecto al pelotón no hacía presagiar una exitosa misión para ellos. Sin embargo, durante esta compleja subida, contaron con el aliento del nutrido grupo de personas que prefirieron vivir la jornada en ese lugar tan relevante. La estampa, la imaginable. Padres e hijos disfrutaban de los entresijos de La Vuelta, una situación que a buen seguro creará un vínculo especial con la bicicleta. Además, la bandera española arropó a hombres como Enric Mas (Movistar) en su lucha por los puestos altos de la general.

Aficionados de Córdoba animan a Primoz Roglic en el paso de La Vuelta 2021. Manuel Murillo

El norteamericano Chad Haga (DSM), uno de los primeros clasificados, pagó en exceso la temperatura y el esfuerzo ejercido, lo que propició que acabara formando parte del pelotón. Omar Fraile (Astana) sufrió una caída en la parcela dedicada al avituallamiento. Allí, algún que otro aficionado se acercó para socorrerlo justo cuando el término del puerto acercaba a los ciclistas a la Avenida del Brillante. Sin embargo, no fue el único contratiempo. Un corredor se salió de la trazada provocando que varios favoritos, entre ellos Roglic, se vieran implicados. Por suerte, todo quedó en un susto.

Mikel Iturria (Euskaltel-Euskadi) tomó las riendas en el descenso, aunque perdió su corta renta atravesando la Ronda Norte. Esta zona de la ciudad ofreció instantáneas llamativas, ya que hubo quien se colocó en las salidas de las rotondas para tomar la mejor fotografía posible con su teléfono móvil. Por delante debían afrontar el Polígono de la Torrecilla, la Avenida de Cádiz y el Puente de San Rafael -con vistas privilegiadas a la Mezquita- antes de acceder nuevamente a Conde de Vallellano en su segundo paso.

Un triunfo al sprint bajo el clamor de Conde de Vallellano

Apenas 30 segundos tenían los escapados sobre el pelotón cuando quedaban 30 kilómetros por delante, entre ellos la esperada Cuesta 14%, de segunda categoría y bonificación. El termómetro, como el ambiente, se disparaba en el centro de Córdoba con el despliegue de la carrera y toda su circunstancia. En la subida, toda la carera quedó anexionada mientras varios espectadores corrían pegados a las bicicletas durante unos metros. Ahí, entre la dureza reinante, cuatro ciclistas apretaron los dientes -Jay Vine (Apecin Fenix), Romain Bardet (DSM), Giulio Ciccone (Trek-Segafredo) y Sergio Luis Henao (Team Qhubeka NextHash)- El colombiano, de hecho, vio en el acceso por segunda vez al Brillante una enseña de su país, un motivo extra para entregar todo lo que le quedaba en las piernas.

Pese a ello, a menos de 2 kilómetros, la velocidad y el trabajo de recuperación ejercido por los diferentes equipos en liza llevaron el desenlace a un sprint emocionante. Magnus Cort Nielsen (EF Education-NIPPO), por poco espacio, ganó la partida a Adrea Bagioli (Deceuninck-Quick Step) bajo el incansable fervor de una Avenida Conde de Vallellano repleta.

La última aparición de la provincia en esta 76ª edición de la prueba será este viernes. El arranque de la misma se producirá en Belmez y tendrán presencia por Peñarroya, La Granjuela y Los Blázquez de camino hacia la Villanueva de la Serena en Extremadura. El miércoles, en la etapa entre Antequera y Valdepeñas de Jaén, también existió la representación cordobesa por El Tejar, Benamejí, Encinas Reales, Rute, Priego de Córdoba y Almedinilla. Estos días constataron que Córdoba y La Vuelta tienen una sinergia especial que debe continuar en el tiempo.