En solo tres días, el Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad se ha colocado en el escenario con el carisma de quienes están convencidos de no estar de paso. El club ha iniciado -retomado más bien- su voraz afición a imprimir su sello en una Primera División en la que abordará su tercer curso consecutivo. Fue el primer equipo que dio vacaciones -justo tras el pitido final de la última jornada de la campaña pasada, resuelta con victoria y permanencia en Jaén- y ha sido el más tempranero a la hora de abrir la pretemporada. Lo hizo el pasado lunes, sin saber aún si la Federación Española (RFEF) iba a validar su inscripción porque -como a cinco equipos más: El Pozo, Ribera Navarra, Jimbee Cartagena, Santa Coloma y Manzanares- le faltaba el aval de 60.000 euros que exigía el organismo. Un requisito que en las reuniones de la LNFS -enfrentada por las competencias con la RFEF- se había acordado no pagar pero que, sin previo aviso al resto, otros abonaron para dejar en una situación delicadísima a sus vecinos. Así está el patio. 

Con un plazo de cinco días para presentar la documentación, el Córdoba Futsal tuvo que jugar su primer partido en los despachos. Y lo ganó. En la mañana del jueves 12, último día hábil, la RFEF comunicó a la entidad que preside José García Román que el certificado del aval, gestionado con Cajasur, le abría la puerta de la campaña 21-22 en Primera División. El drama se llevó en silencio y lo que pudo pasar ahí se queda. La cuestión es que la batalla se libró desde la cúpula del Córdoba Futsal y el equipo siguió a lo suyo, dando los primeros pasos en la preparación de un campeonato que aborda con expectativas. 

«Nos equivocaríamos si pensamos en algo más que la permanencia», dijo el nuevo capitán, Jesús Rodríguez, que toma el testigo a un histórico como Manu Leal. El discurso oficial mezcla la humildad con la ambición. En el Córdoba no quieren poner freno a una trayectoria de progreso formidable en siete años.

Paralelamente al asunto de la inscripción, el plantel se sometió a una primera puesta a punto de lo más completo: tuvieron test covid-19, sesiones físicas con test de fuerza y funcionales en el Open Arena, un par de sesiones en pista en el pabellón del Guadalquivir y test médicos y antropométricos en el Hospital San Juan de Dios. Setenta y dos horas bien aprovechadas. 

Con los jugadores nacionales

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En estos primeros días, Josan González -y su reforzado equipo de colaboradores, con el argentino Emanuel Santoro y el psicólogo Nacho Osuna como nuevos integrantes- ha trabajado con los nacionales. Aún se encuentran en su país los brasileños Caio César, Lucas Perin y Alex Viana, mientras que el japonés Kazuya Shimizu está concentrado con la selección preparando el próximo Mundial de Lituania. Jesús Rodríguez, Cristian Ramos, Alfonso Prieto, Alberto Saura, Zequi, Jesulito, Ricardo Mayor, Ismael, Pablo del Moral y Miguelín -el más impactante fichaje cordobesista para la próxima temporada- han formado el grupo junto a seis miembros del filial: Víctor, Joseda, Álex Bernal, Alrovi, Raulito y Dani.

El plantel frenará durante el puente de agosto y retornará al trabajo el próximo martes 17. Para entonces está previsto el lanzamiento de la campaña de abonados, en la que el club deposita sus esperanzas en alcanzar los 2.000. El Córdoba Futsal se ha metido ya en el raíl de la exigencia, ese que tanto le gusta a Josan González.