Baena se ha volcado con su campeona olímpica, Fátima Gálvez, medalla de oro en equipos mixtos de tiro al plato, junto al toledano Alberto Fernández, en los Juegos de Tokio. El reconocimiento le ha llegado apenas unos días más tarde de conquistar el oro el pasado 31 de julio.

La tiradora ha vivido una jornada intensa de homenajes en su pueblo, un recibimiento que ha arrancado en su barrio, con los vecinos que la han visto crecer, tanto a nivel personal como profesional. En un coche descapotable ha recorrido, junto a sus padres, distintas calles, donde ha recibido el cariño y los aplausos de sus paisanos. «Vamos a enseñarle a Baena la medalla que he ganado para mi pueblo», ha dicho Fátima al subirse al descapotable. En el recorrido ha estado escoltada por la Policía Local, Protección Civil y algunos miembros del Club Motero Pa Onde Tiramos. La comitiva ha hecho un alto en el camino en un lugar muy emotivo para la campeona olímpica, la iglesia de San Francisco, para visitar a Jesús Nazareno. Allí le esperaban la alcaldesa, Cristina Piernagorda, y el hermano mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Javier Valbuena. Una vez dentro, junto a numerosos vecinos, familiares y amigos, se ha convertido en una cofrade más y ha ofrecido a Jesús Nazareno un ramo de flores, una manera de agradecer y ofrecer su triunfo en los Juegos de Tokio. La tiradora le tiene una gran devoción a Jesús Nazareno, ya que cada Viernes Santo acompaña a esta imagen en sus desfiles procesionales, en el que ocupa su lugar bajo sus andas.

Fátima Gálvez ofrece la medalla a Jesús Nazareno. MANUEL MURILLO

El siguiente paso del homenaje, que ha organizado el Ayuntamiento de Baena, llevó a la medallista olímpica hasta el Consistorio, del que ha colgado una gran pancarta con el lema «Baena saluda a su campeona». Fátima ha hecho su entrada acompañada por la canción We Are The Champions y el himno español, que interpretó el músico Josete Varo ante los vítores de los centenares de ciudadanos baenenses que se han acercado a verla en directo. Muchos le han hecho el pasillo en reconocimiento a su gesta.

En el Balcón del Ayuntamiento, Fátima Gálvez ha declarado que el recibimiento «ha sido un sueño, más que ganar la medalla, porque en la vida habría podido imaginar que me hubieran recibido así por las calles de Baena y es que me duele la mandíbula de tanto sonreír a la gente». La baenense ha recalcado que hace 20 años tuvo el sueño de «ganar una medalla olímpica y de llevar a Baena a lo más alto del podio olímpico, que es lo máximo a lo que puede aspirar un deportista profesional», todo ello mientras le gritaban «campeona». 

Una vez dentro, en el salón de plenos, la deportista se ha dirigido a la corporación municipal para compartir su experiencia en estos Juegos Olímpicos y la emoción de conseguir este sueño de un oro olímpico. La alcaldesa le ha hecho entrega de un olivo de plata y le ha impuesto el pin de oro de Baena. Además le ha comunicado que, en el próximo pleno ordinario, será nombrada Hija Predilecta de Baena. Fátima Gálvez ha firmado también en el libro de honor, sin duda un momento con un punto de nostalgia, porque es la segunda vez que lo hace. En 2002 firmó en calidad de campeona de España y subcampeona mundial de tiro al plato en foso universal, una modalidad no olímpica en la que compitió en sus inicios.

Fátima Gálvez junto a su padre en el coche descapotable. MANUEL MURILLO

Este nuevo reconocimiento se suma al que le hizo Baena en 2009 cuando se le rindió un homenaje por sus triunfos, rotulándole una calle con su nombre.

En el Salón de Plenos le han dado su enhorabuena los representantes de todos los grupos políticos. La alcaldesa, Cristina Piernagorda, le ha agradecido que «lleve el nombre de Baena con tanto orgullo», destacando «su humildad», y recalcando además «el esfuerzo y el sacrificio económico que hicieron durante tantos años sus padres hasta forjar una campeona y una gran mujer, pues vuestra hija es ya una leyenda».

La tiradora baenense ha pasado a la historia de la provincia por ser la primera mujer campeona olímpica. Ha sido además la segunda cordobesa medallista, pues Lourdes Mohedano obtuvo una plata en la modalidad de conjuntos de gimnasia rítmica en la anterior cita olímpica, celebrada hace cinco años en Río.

Fátima Gálvez junto a familiares y amigos en Baena. MANUEL MURILLO

Fátima Gálvez dejó Tokio siendo la triunfadora de los Juegos más femeninos de la historia para Córdoba, pues primera vez en la historia en los Juegos de Verano, la representación de deportistas de la provincia la formaron solo mujeres, pues la otra participante ha sido la judoca Julia Figueroa.

La campeona baenense completó en los Juegos Olímpicos un palmarés de oro al que solo le faltaba el título olímpico, pues anteriormente ya había ganado una corona mundial de foso olímpico (2015) y tres europeas (2011, 2015 y 2019), además de acumular decenas de títulos nacionales.

Fátima Gálvez se inició en el tiro a los cinco años junto a su padre, Pío. Muy pronto empezó a destacar, pues en 2002, con apenas 15 años, ya había empezado a destacar en la modalidad de foso universal. Su primer gran año fue el 2011, pues el 5 de marzo se clasificó por primera vez para los Juegos y se proclamó campeona de Europa. En 2012 debutó en los Juegos con una quinta plaza en foso olímpico individual, siendo cuarta cuatro años más tarde. En Tokio logró al fin su soñado oro.