La vuelta a los estadios de fútbol y baloncesto la próxima temporada no será como se había previsto hace poco más de un mes. El Gobierno y las comunidades aprobaron este miércoles, dentro del Consejo Interterritorial de Salud, que el aforo máximo permitido en los recintos abiertos, como los de fútbol, quede limitada al 40%. En los cerrados, caso del baloncesto, al 30%. El borrador de Sanidad defendía que los asistentes a las competiciones deportivas solo podrían ser los abonados. Al final, se optó por fijar porcentajes. A diferencia de otras citas del organismo, marcadas por la división, ningún territorio votó esta vez en contra de la iniciativa. Todos la apoyaron, salvo Euskadi, que se abstuvo al considerar que esta materia era de competencia exclusivamente autonómica.    

"Los aficionados serán preferentemente abonados, pero también puede ser público local. Lo que pretende la medida es que no haya movilidad, que los aficionados del equipo que no juega en casa no puedan desplazarse", señaló tras la reunión la titular de Sanidad, Carolina DariasEn cualquier caso, las comunidades podrán aprobar condiciones más estrictas. "Son medidas comunes. Se trata de un marco mínimo para todo el territorio español", ha añadido la ministra.

El texto señala que las medidas estarán vigentes, de momento, tres semanas: "Entre el 13 de agosto de 2021 y el 5 de septiembre de 2021". A primeros del próximo mes, "se realizará una nueva evaluación de la situación".

A finales de junio, el Gobierno anunció la vuelta de los aficionados a los estadios deportivos la próxima temporada. “Se vuelve a la normal afluencia de público”, dijo la ministra de Sanidad, Carolina Darias, tras el Consejo de Ministros que aprobó la medida. Pero entonces España aún no había entrado en la quinta ola, motivada por el aumento de la interacción asociada al verano y la llegada de la variante delta, mucho más contagiosa, que ha obligado a replantear en esta pandemia el concepto de inmunidad de rebañoel umbral a partir del cual, en teoría, se alcanza un nivel de protección colectiva que impide que el virus se transmita. El porcentaje se estimaba en un principio en el 70% de la población vacunada, pero los expertos consideran ahora que se sitúa cerca del 90%

Al inicio del verano, la incidencia de casos detectados en 14 días por cada 100.000 habitantes era de 90, una situación considerada como de riesgo medio según los indicadores de Sanidad. Este miércoles fue de 653 (riesgo extremo), con las cifras de contagios descendiendo levemente, pero sin que se haya llegado todavía al pico de hospitalizaciones. 

Ante el inminente inicio de la nueva temporada (la liga de fútbol comienza el 18 de agosto y la de baloncesto el 11 de septiembre), el Gobierno y las comunidades decidieron la semana pasada crear un grupo de trabajo para establecer en todos los territorios medidas “comunes y de mínimos” sobre la vuelta del público a las competiciones deportivas. 

Entrenamientos a puerta cerrada

El acuerdo se basa en esas recomendaciones de los expertos. El texto subraya la obligatoriedad de la mascarilla dentro de los estadios, incluso en el exterior, y quiere que desde las pantallas y megafonía se recalque este mensaje. También prohíbe la venta y consumo de alimentos y bebidas durante el evento, aunque "excepcionalmente" se pueda permitir beber agua "a través de un sistema itinerante para los asistentes, o portada por ellos mismos". Tampoco estará permitido el “consumo de tabaco y de productos relacionados (DSLN o cigarrillos electrónicos y de productos a base de hierbas para fumar), tanto en espacios interiores como exteriores".

La propuesta, que no dice nada sobre la obligatoriedad del certificado covid para acceder a los estadios (una posibilidad defendida por algunas autonomías), señala que los entrenamientos se realizarán a puerta cerrada. Las localidades se asignarán con anterioridad a la competición, continúa el texto, que también recomienda que haya sectores independientes con el número de asistentes que se fije "respetando en todo momento las normas de seguridad y evacuación”. Asimismo, cada sector tendrá su propia zona de aseos, donde también se tiene que garantizar la distancia interpersonal. Por último, el acuerdo aboga por la ventilación natural en todo momento, para que circule el aire. Sin embargo, en el caso de no ser posible, se empleará la ventilación mecánica.

"Este acuerdo nos permite tener un paraguas común. Es muy importante. El Gobierno y las comunidades lanzamos un mensaje de unidad y cohesión a toda la ciudadanía", concluyó Darias, visiblemente satisfecha por la unidad prácticamente alcanzada con los territorios.