Fue una de las imágenes de la noche. Dos rivales en la cancha pero al mismo tiempo dos amigos que sienten admiración el uno por el otro tras coincidir durante cuatro temporadas en el Barcelona. Leo Messi y Neymar protagonizaron un sentido abrazo a la conclusión del partido. El argentino consoló al anfitrión, triste por perder una final en la que Brasil se mostro errática. Todo lo contrario que Argentina, que supo rentabilizar su ocasión más clara con el gol de Di María en el minuto 22, a la postre el definitivo para decantar la balanza a su favor (1-0).

Neymar y Messi, en el túnel de vestuarios al acabar la final. EFE

Neymar recuperó el gran nivel de juego y desequilibrio que le llevaron temporadas atrás a codearse con los mejores futbolistas del mundo. Una buena actuación que, sin embargo, acaba sin título. Acaba la competición con cinco asistencias y dos goles que le dejan muy cerca del récord histórico de goles en partidos oficiales con el combinado verde-amarillo de Pelé. Un total de 77 marcó el triple campeón del mundo por los 68 de Neymar, aún con 29 años de edad.

Por su parte, Messi se consagró con cuatro goles como máximo cañonero de la competición al lado del colombiano Luis Díaz. Además, Messi fue líder en asistencias, con cinco, tras haber jugado todos los minutos de los siete partidos que debe afrontar cada selección finalista, y fue nombrado mejor jugador del torneo.