El Dobuss Córdoba se encuentra todavía saboreando el histórico ascenso a la Liga Femenina 2 de baloncesto que consiguió este sábado al vencer por 57-45 al Valencia Basket B en la fase de Alhaurín de la Torre. Ningún conjunto cordobés de la provincia lograba subir en una liga interprovincial desde hacía diez años y la entidad que preside Sebastián del Rey lo ha conseguido. El salto de categoría lo ha conquistado un club que en los primeros días del próximo mes de julio cumplirá su primer año de existencia tras nacer fruto de la fusión de los equipos séniors del Adeba y el Maristas.

Precisamente, el presidente del club no paró de disfrutar del momento en los minutos siguientes a la conquista del ascenso. Para Del Rey ha supuesto “un momento muy especial, pues parecía que no iba a llegar nunca, por lo que se saborea mucho más tras ver lo que ha costado, así que estamos muy cansados pero muy satisfechos, pues todos, las jugadoras, la afición, las dos entidades que decidieron fusionar sus proyectos y en definitiva, todo el baloncesto cordobés, se merecía terminar la temporada con el fruto de un ascenso”.

Del Rey asume que “elegimos el año más complicado para tomar la decisión de fusionar dos proyectos para intentar el salto de categoría, pues hemos estado casi dos meses jugando fases de ascenso, hemos sufrido el problema del covid, hubo que asimilar la llegada de los fichajes y tener que darle sentido al juego de nuevo y no hemos tenido ningún partido sencillo en la parte final de la temporada”.

Elogios al trabajo de las jugadoras

El presidente del Dobuss elogió el trabajo del equipo porque “las chavalas han dado todo lo que tenían que dar, así que estoy orgulloso de ellas”.

Del Rey tendrá ahora que trabajar más que nunca, pues el 2 de julio se acaba el plazo fijado para inscribirse en las ligas nacionales. Según él, “ahora llega la parte más importante, pues nosotros hemos hecho lo que teníamos que hacer, estar en una competición nacional, y ahora quedaría conseguir los recursos necesarios para que entre todos consigamos competir con garantías en una liga nacional”.

El entrenador de este conjunto, Miguel Ángel Luque, cumplió su objetivo de ascender a este equipo tras casi diez meses completos de temporada. El cordobés reconoce que el ascenso ha supuesto “la recompensa a todo un año duro y largo, aunque ojalá todas las recompensas fueran así, pues ha merecido la pena todo el trabajo que han llevado a cabo las chicas y estoy orgulloso de haber estado con ellas”.

Un desarrollo de la temporada inesperado

Luque asume además que le han pasado tantas cosas a este equipo que lo que le ha ocurrido “serviría para el argumento de un ‘thriller’ de una película, aunque al final ha merecido la pena y ahora toca por ello disfrutar de esto que es efímero”.

La primera capitana, Raquel Pérez, asimiló con cierta tranquilidad el tercer ascenso de su carrera, pues ya subió en 1994 a la Primera Nacional con el Adeba y en 2003 a la Liga Femenina 2 con la Universidad de Córdoba. Pérez ve el ascenso como “la recompensa al duro trabajo de este año pero también al de los anteriores”.

Pérez, que en el próximo mes de agosto cumplirá 47 años, asume que “el objetivo de este año era el ascenso y lo hemos cumplido, así que nos da mucha alegría que Córdoba vaya a tener un equipo ahora en esta categoría”.