Una temporada formidable con un aciago desenlace. El nivel mostrado por los cuatro representantes cordobeses en Tercera División fue más que notorio durante la temporada 2020-21. El CD Ciudad de Lucena, el Salerm Cosmetics Puente Genil FC y el CD Pozoblanco optaron a una de las plazas de ascenso hacia la Segunda RFEF. A dicha pelea no pudo acceder el Córdoba CF B debido al descenso del primer equipo desde la Segunda División B a la futura nueva categoría del fútbol nacional. No obstante, el sabor amargo dejado por el desenlace fraguado -sobre todo- en el bando celeste no permitió rubricar un año de sobresaliente para la provincia. El curso que viene estarán todos ellos en la Tercera RFEF.

Lucena: la pesadilla multiplicada

El principal objetivo de partida para el equipo de Lucena no era otro que, de una forma u otra, subir. Ya el curso pasado se quedaron a las puertas de la división de bronce en un play off exprés donde el Betis Deportivo apagó la ilusión de los de Dimas Carrasco. El míster astigitano, liderando el proyecto nuevamente, procuró reorganizar la plantilla en pos de olvidar el varapalo sufrido en Marbella contra el filial verdiblanco. De hecho, solo continuaron cinco jugadores de la anterior campaña -Pablo Gallardo, Zurdo, Mario Ruiz, Toni Pérez y Maero-, una muestra inequívoca de la revolución pretendida.

La composición de los grupos varió considerablemente debido a la anulación de los descensos por el panorama causado por el covid-19. El Ciudad de Lucena, dentro del subgrupo B del Grupo 10, afrontó la primera fase ante los otros tres integrantes de Córdoba -Puente Genil, Pozoblanco y Córdoba B-, los equipos de Sevilla -Sevilla FC C, CD Utrera, CD Gerena, Coria CF y Castilleja CF- y los de Huelva -CD San Roque de Lepe y La Palma CF-. De forma rápida y certera alcanzaron la primera de las tres primeras posiciones que daban la clasificación para la fase de ascenso, aunque el final del campeonato regular se torció -importantes derrotas con el Utrera (1-0) y Puente Genil (0-1)- quedando segundos con 40 puntos y un coeficiente de 2.

El siguiente tramo competitivo contemplaba la unión junto a los otros tres mejores del subgrupo A del Grupo 10, es decir, el Xerez Deportivo FC, el Xerez CD y la AD Ceuta FC. Además de los de Carrasco, el San Roque de Lepe y el Puente Genil acompañaron del subgrupo B en el ilusionante combate por dos puestos en la Segunda RFEF. Eso sí, los problemas empezaron a surgir en una plantilla escasa de efectivos y que ya había sufrido varias lesiones significativas con anterioridad.

Formación del Ciudad de Lucena en su último partido de la temporada, ante el Ceuta. José Antonio Aguilar

El coronavirus impidió que comenzaran sus duelos al mismo tiempo que sus rivales, un lastre que ya obligaba al club a hacer unos números considerables para promocionar. Pese a ello, y arropados en el juego de hombres como Mario Ruiz, Nacho Fernández, Alan Araiza, Juan Delgado o Michael Conejero, el Ciudad de Lucena se enganchó a la disputa de cabeza y rozó la machada en la última jornada. Necesitaba ganar al Ceuta y que no lo hicieran el Xerez CD y el San Roque de Lepe ante el Puente Genil y el Xerez Deportivo FC, respectivamente. Aunque por momentos estuvieron ascendidos, los leperos vencieron a los azulinos -el otro plantel que subió-, por lo que la siguiente y última vía quedó en las eliminatorias.

La tercera posición cosechada les pintó un horizonte ideal para acompañar al Córdoba CF en la Segunda RFEF. Debían ganar dos partidos -ambos en casa y les valía el empate- para que Lucena cumpliera un sueño. No obstante, ese panorama de color de rosa se sumió en la más terrible oscuridad cuando el Ceuta, rival en las semifinales, se llevó la victoria por 1-2 en el minuto 95. Destrozados y entre lágrimas abandonaron el terreno de juego la mayoría de futbolistas después de dejar pasar una ocasión perfecta.

Puente Genil: la humildad por bandera

Las bases de la nueva campaña tuvieron a Diego Caro como principal valedor. El natural de Villa del Río contó con la confianza de la cúpula directiva para no ponerse límites. Porque, pese al bajo presupuesto en comparación con sus adversarios, el Puente Genil consiguió enganchar a todo el pueblo a medida que los meses transcurrían. El estadio Manuel Polinario, prácticamente vacío a lo largo de toda la temporada por las restricciones de aforo, pudo aparecer en el instante preciso para que los pontanos dejaran una huella imborrable.

El listado de altas resultó llamativo en el mercado de verano. El guardameta Álvaro García (Atlético Mancha Real), el defensor Siles (San Roque de Lepe), los centrocampistas Christian López (Sevilla C), Gato (Lincoln Red Imps), Germán Rodríguez (Boca Unidos) y Jorge García (Internacional de Madrid) y los delanteros Ezequiel Lamarca (Cacereño), Diego Canty (Conquense) y Félix Chenkam (Unión Douala) ganaron peso en la entidad al poco de su llegada.

El pistoletazo de salida a la Liga refrendó el fútbol férreo, de control y ofensivo que tanto le gusta a Caro. Antes del parón navideño, el Puente Genil aparecía en el tercer escalón no muy lejos de sus dos máximos contrincantes -Ciudad de Lucena y San Roque de Lepe-. Sin embargo, una nefasta racha de seis encuentros sin conocer la victoria -cuatro empates y dos derrotas- pusieron en peligro la posibilidad de entrar en la fase de ascenso. Los 10 puntos de los últimos 12 posibles hicieron que sellaran la tercera plaza con 33 puntos y un coeficiente de 1,65, unos números que dificultarían -en la próxima fase- cualquier atisbo de asaltar el ascenso directo.

Por si fuera poco, los tanteadores fueron esquivos para los rojinegros. Solo cristalizaron un duelo ganado de los seis, aunque lo hicieron frente al Xerez CD, en el Polinario, por 4-1. Por ello, la clasificación final pontana se tradujo en un quinto lugar que le cruzó en cuartos de final de las eliminatorias de ascenso con el CD Pozoblanco -segundo de la fase por el play off-. El apasionante derbi se decantó del lado local por 1-0 gracias al testarazo de Manolo Cano, algo que presentó unas semifinales repletas de interés y aires de revancha ante el propio Xerez de Esteban Vigo.

Formación del Puente Genil en el Estadio Manuel Polinario. Tino Navas

A los cordobeses no les valía otra cosa que el triunfo al término de los noventa minutos y la prórroga. Pese a que el primer tiempo tuvo cierto dominio xerecista, poco a poco controlaron el esférico los visitantes hasta meter el miedo en el cuerpo a los de La Juventud. En la prórroga, con uno más por la expulsión de Juanca, lograron adelantarse en el marcador al materializar Migue García una pena máxima. La alegría duró muy poco, lo que tardó Rares en perforar las mallas de Cristian Agredano para dejar al Puente Genil sin un puesto en el choque crucial (1-1). Las muestras de orgullo de la afición por lo realizado fueron el mayor premio que tuvieron en un día donde rozaron la heroicidad.

Pozoblanco: del casi nada al casi todo

La historia no pintaba excesivamente bien para el CD Pozoblanco a las primeras de cambio. La entidad se movía en la zona baja y, para colmo de males, el técnico, Javi Moreno, se marchó al SD Ejea de Segunda División B. La parcela deportiva trabajó en un sustituto de garantías que dotara de empaque al grupo. El elegido fue Emilio Fajardo, un preparador que ya había mostrado sus credenciales en otros clubs como el Algeciras CF y que ofreció un discurso ganador que caló de inmediato.

Las victorias levantaron el ánimo de unos futbolistas que, a priori, tenían como única meta la salvación de categoría. El delantero, Brian Triviño, y las apariciones en jugadas a balón parado del defensor, Rafa Santacruz, evidenciaron que la entidad podía dar un salto cualitativo severo. Además, el Municipal pozoalbense presenció encuentros brillantes ante el San Roque de Lepe (1-0), el Utrera (4-0), el Sevilla C (1-0) y, por encima del resto, el Córdoba B (3-2).

Este último contra los cordobesistas modificó el planteamiento previsto en el seno vallesano. Los de Germán Crespo se jugaban el pase a la fase de ascenso mientras que los pedrocheños tenían posibilidad matemática de salvarse y pelear en la fase por el play off. Los visitantes ganaban por 0-2 y parecía que no se les escaparían los tres puntos. Sin embargo, los 20 minutos finales se convirtieron en una auténtica fiesta para sus intereses. Mori, Zara y Triviño batieron a Javi Romero para acabar sextos la liga regular. El triunfo del Puente Genil al Sevilla C también fue vital para que los de Lolo Rosano terminaran por debajo.

Con todo cumplido -y con creces-, los del Valle de los Pedroches compitieron frente a la UD Los Barrios, el Club Atlético Antoniano y el CD Rota -del subgrupo B- en un nuevo grupo en el que figuraron, además, el Utrera y el Córdoba B. La primera salida a tierras barrioqueñas concluyó 3-2, circunstancia producida en la prolongación. Pero si por algo se hizo grande el Pozoblanco fue por su capacidad para levantarse constantemente del suelo. Los tres triunfos consecutivos logrados -Antoniano (2-1), Rota (1-4) y Los Barrios (2-1)- y las tablas en Lebrija (2-2) dieron la tercera plaza con 37 puntos y un coeficiente de 1,4231. La derrota contra los roteños en la sexta jornada (1-3) no varió la tabla y ya solo quedaba esperar a lo que ocurría con el Córdoba CF.

Once del CD Pozoblanco en su crucial partido ante el Córdoba B en el Municipal. Rafa Sánchez

La hecatombe de la entidad capitalina -bajando a la Segunda RFEF- trajo consigo un efecto dominó donde los pozoalbenses salieron beneficiados. El filial blanquiverde, pese a acabar primeros, no pudieron pasar a las eliminatorias, por lo que su puesto fue para el Pozoblanco. El primer rival dispuesto fue el Puente Genil en el Polinario, una cita que se decantó para los pontanos. La presión alta ejercida por los atacantes a la línea de zagueros y medios puso en problemas a hombres como Germán Rodríguez. El argentino tuvo varias pérdidas peligrosas en las inmediaciones del área, aunque más allá de esos sustos iniciales, lo cierto es que el equipo de Diego Caro mereció la clasificación (1-0). 

En cualquier caso, la entidad, durante su 95 aniversario, apartó de un plumazo los fantasmas del pasado para convertirse en la auténtica revelación de todo el Grupo 10 de Tercera División.

Córdoba B: perverso efecto dominó

Las categorías inferiores del Córdoba CF debían modificar completamente su perspectiva para no verse abocada al fracaso de la 2019-20. La apuesta firme por David Ortega y Rafael Herrerías en la dirección de cantera fue uno de los pocos aciertos blanquiverdes. Bajo su batuta se cerró la incorporación de Germán Crespo, un técnico cuyo conocimiento de la Tercera División era evidente -hizo un gran año con el Real Jaén llegando a unos números formidables-. Sin embargo, las dificultades desde la pretemporada mermaron a un joven plantel de calidad y con hambre de triunfo.

Juan Sabas, por aquel entonces míster del primer equipo, decidió que un gran número de piezas del B entrenaran a sus órdenes -Javi Romero, Juliaan Laverge, Álex Meléndez, Álex Sánchez, Manolillo, Alberto del Moral, Julio Iglesias, Luismi Redondo o Felipe Veloso, entre otros-. Así pues, Crespo tiró de juveniles para los primeros pasos veraniegos, pero entre salidas y entradas, todo cobró un rumbo complejo. El granadino, consciente de que el principal objetivo pasaba por dotar de efectivos a la escuadra de Segunda División B, no halló una respuesta positiva en el arranque del campeonato. De hecho, la primera victoria no se plasmó hasta el 22 de noviembre contra La Palma (3-1), un desahogo que rebajó la presión reinante.

Del Moral, Iglesias y Luismi se despidieron casi todo el año del filial y centraron sus miras en progresar junto a los compañeros del club referencia. Por suerte, sus ausencias no se notaron al irrumpir de una forma avasalladora jugadores como el defensor, Ricardo Visus, los centrocampistas, Álex Marcelo, Diego García y Antonio Moyano, el extremo, Ale Marín y, sobre todo, el goleador, Diego Domínguez. El Córdoba B enlazó seis compromisos sin caer -cuatro victorias y dos empates- que lo dispararon en la tabla. Gracias a ello se colocaron, a falta de una jornada, con grandes opciones de ingresar en la fase de ascenso. Para que se produjera debían ganar al Pozoblanco en el Municipal o hacer lo mismo que el Puente Genil ante el Sevilla C. Sin embargo, el mal día del equipo les condenó a la cuarta plaza con 30 puntos y un coeficiente de 1,5.

Formación inicial del Córdoba CF B en el Municipal de Pozoblanco. Rafa Sánchez

Lejos de tirar la toalla, la fase por el play off reflejó la convicción de todo el bloque por conseguir el ascenso. Los cuatro primeros envites los ganaron -Antoniano (1-4), Rota (3-0) , Los Barrios (1-3) y nuavamente a los hispalenses (3-1)-. En esta última contienda debutó en el banquillo Ortega, ya que Crespo ocupó el lugar de Pablo Alfaro durante la recta definitiva para alcanzar la Primera RFEF. No obstante, el trágico rumbo tomado por la primera escuadra impidió la recompensa en el Córdoba B.

Tras caer por 3-2 en Rota, el filial goleó por 8-2 a Los Barrios, lo que les dio la primera -e inservible- plaza. Al menos, la base para el futuro está sobre la mesa y muchos de ellos pudieron gozar de minutos en la categoría de bronce -Puga, Meléndez, Visus, Núñez o Domínguez además de Del Moral, Iglesias y Luismi-. Ahora habrá que esperar para conocer quién comandará el buque blanquiverde.