La instalación deportiva de Fátima dijo basta -una vez más, puesto que no es la primera- en el momento más inapropiado. El partido entre el Deza CBM y el Aceuchal, correspondiente a la segunda jornada de la fase de ascenso a la División de Honor Plata Femenina -segunda categoría nacional-, tuvo que ser paralizado por los efectos de la lluvia en la pista. Después de realizar todo tipo de maniobras para adecentar el piso, se estimó que resultaba imposible proseguir el juego. El anuncio por megafonía de la suspensión y el traslado a otra sede provocó perplejidad y vergüenza.

El temporal de la tarde de este viernes provocó la entrada de agua por el techo del pabellón, las goteras y los consiguientes charcos en la pista. Disputar un partido en esas condiciones resulta inviable por el peligro para la integridad física de las jugadoras, por lo que de común acuerdo se decidió el rápido traslado al pabellón de Valdeolleros -recientemente rehabilitado- para continuar allí el encuentro.

Un intento de secar la pista ante los charcos formados. Chencho Martínez

El marcador en el descanso era favorable al equipo local por un claro 16-7. Las jugadoras, técnicos y árbitros se desplazaron en distintos vehículos para poder reanudar el juego en una competición que se está celebrando en Córdoba desde ayer y que concluirá este domingo. La jornada final tiene fijada la sede en el pabellón de Fátima. Este domingo, si la lluvia respeta, se celebrará el partido decisivo entre el Deza CBM y el Torrevieja.