El reciente crecimiento del bádminton en Córdoba guarda una relación directa con Manuela Díaz Carmona (Arjonilla, 1989), una de las mejores jugadoras del panorama nacional. La jienense presenta un expediente deportivo repleto de éxitos: número uno del Ránking Nacional Absoluto durante dos años seguidos, ganadora de varios Máster Absolutos en individual y dobles mixtos, doble medalla de oro en individual y dobles femeninos en el Campeonato de Andalucía Absoluto, campeona de España en individual y dobles mixtos e integrante de la Selección Española Absoluta.

Afincada en Córdoba desde hace años, la arjonillera -licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte- ejerce de directora técnica de la sala de barrio Parque Fidiana. Además dirige al club Sierra Morena y viaja dos veces por semana a su pueblo para entrenar con su actual equipo, el Club Bádminton Arjonilla. "Agradezco la oportunidad de tener tantos frentes abiertos porque puedo aprender muchas cosas. Aunque hay días en los que pienso que es una locura, me siento muy agradecida por poder llevar todo esto", asegura la jienense.

Para esta jugadora, presenciar el crecimiento de sus jugadores mientras disfrutan es una de las principales razones para continuar desempeñando su labor de fomentar elbádminton. Más allá de reconocimientos, su mayor satisfacción es servir de ejemplo a los más jóvenes. "Lo que más me gusta es cuando una niña viene y me dice que le ha gustado mucho cómo he jugado o que vea que he tenido un buen comportamiento en la pista”, comenta la vigente campeona de España.

Apasionada de su deporte

Pese a probar diferentes deportes durante su infancia, su búsqueda se detuvo cuando encontró el bádminton, actividad que practicaban sus hermanos mayores. "Es un deporte muy respetuoso con el compañero. Me parece muy bonito para que lo practiquen tanto niños como adultos porque que tiene valores muy positivos para todos", explica Manuela Díaz. 

Su primera toma de contacto con la ciudad tuvo lugar en 2012, cuando disputó los Juegos Europeos Universitarios en el Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre, obteniendo una medalla de bronce en individual. Su carrera le ha permitido jugar en Sevilla, Granada, Benalmádena y Alemania, además de ejercer como seleccionadora Nacional en Ecuador. Tras asentarse en Córdoba, se percató de un cierto desconocimiento acerca del bádminton. Desde entonces, la número dos del Ránking Nacional ha presenciado un crecimiento significativo del deporte que practica. "Creo que se ha avanzado mucho. Empecé montando el club Sierra Morena porque no tenía otro sitio donde jugar o tener alumnos a los que entrenar y, ahora, vienen personas de muchos sitios diciendo que quieren jugar a bádminton”, comenta la jienense. 

Componentes del Club Bádminton Sierra Morena en la sala polideportiva del Parque Fidiana. Manuel Murillo

Incluso, el número de inscripciones ha aumentado con respecto al año pasado a pesar de la pandemia, contando con un registro de más de 100 alumnos.Entre sus objetivos, Díaz busca seguir captando jugadores para "dar un paso más" con el club Sierra Morena. Su implicación con el proyecto es tal que, en un futuro, contempla la posibilidad de compartir pista con los jóvenes a los que hoy entrena. "Me encantaría estar con los jugadores no solo detrás como entrenadora, sino también dentro de la pista. A largo plazo pienso en jugar con el CB Sierra Morena, que el club siga creciendo y Córdoba pueda tener, al menos, un equipo en Primera Nacional", afirma. 

A nivel individual, ya tiene la mente puesta en revalidar su título en el próximo campeonato de España, así como subirse en el podio en la categoría de dobles mixtos. Al margen de la progresión conseguida, la jugadora pretende continuar promocionando el bádminton en Córdoba para que todas las personas que deseen iniciarse en este deporte puedan practicarlo, ello con el objetivo de dejar atrás la consideración de modalidad minoritaria. "A mí me encantaría seguir subiendo el nivel. Me gusta acercar el bádminton a todo el mundo y que todos los jugadores puedan practicarlo", concluye.