Apuntalar en abril y sentenciar en mayo. Al Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad le van saliendo las cuentas para alcanzar el objetivo trazado en una temporada ilusionante y desquiciante, un auténtico campo minado para el club que preside José García Román. El último mes del campeonato, marcado por la fuerte tensión y los intereses cruzados, es un escenario en el que conviene por encima de todo depender de uno mismo. Ese privilegio ya se lo ha ganado el Córdoba y no está dispuesto a perderlo. La plantilla de Josan González entrena desde el lunes con la sensación compartida de estar ante el periodo en el que todo se decide.

Después una suspensión más por el coronavirus -nueve ya, todo un récord, y siempre por positivos en el rival- en la cita ante el Viña Albali Valdepeñas, la formación cordobesa encara el retorno a la competición con una visita al Emotion Zaragoza. El cuadro maño le espera el domingo (12.00, Pabellón Siglo XXI, LaLiga Sports) en una confrontación que está señalada en rojo. No hay partido intrascendente en la agenda del Córdoba Futsal, que pretende sellar cuanto antes la permanencia en la Primera División sin exponerse a que ocurran sucesos extraños que puedan enturbiar el final.

Pese al aplazamiento de su partido ante el Valdepeñas -que habrá que encajar en el apretadísimo calendado del mes que viene-, el Córdoba Futsal continúa fuera de las posiciones de descenso, con 29 puntos en 26 partidos. El O Parrulo (16 puntos) y el BeSoccer UMA Antequera (18) están virtualmente sentenciados para abandonar la élite y el Peñíscola (23) tiene pinta de ser el tercer condenado. 

La amenaza del 'play out'

¿Dónde está la amenaza? Hay un puesto, el décimo quinto, que reporta a su ocupante una eliminatoria de play out por la permanencia contra un equipo de Segunda. El Burela está ahora ahí, con un punto menos (28) que el Córdoba Futsal en los mismos partidos, pero con el coeficiente particular a favor de los gallegos. El Ribera Navarra tiene un punto menos que Córdoba (28) y un partido más, y el Jaén Futsal cuenta con un punto más (30) y un partido más. Hay lío. Y en el seno del Córdoba quieren escabullirse pronto de cualquier combinación diabólica.

Al Córdoba Futsal le quedan ocho partidos por disputar, incluyendo el aplazado con el Valdepeñas. Metido en una racha excelente de resultados y sensaciones, el equipo blanquiverde vio frenada esa inercia por culpa del coronavirus y anda con rabia por resarcirse. Zaragoza podría ser una plaza accesible, con un rival que lleva tres derrotas seguidas -Palma, Cartagena y ElPozo, nada extraño por otra parte- y está despachando una temporada más que notable, en órbita de play off y sin pasar las angustias del curso pasado. Si el Córdoba cierra abril con un triunfo en el pabellón aragonés ser habría metido en un carril extraordinario.

En mayo aguarda un esprint de locura, con siete partidos en el mes. Tres de ellos se disputarán en el Palacio de Deportes Vista Alegre: Osasuna Magna, Levante y ElPozo Murcia. Las salidas a las canchas del Industrias Santa Coloma, O Parrulo Ferrol -donde se reencontrarán con Maca, el técnico del ascenso a Primera- y Jaén FS completarán un campeonato que para el Córdoba Futsal está resultando una evaluación continua con preguntas que no venían en el temario.