El derbi de Merseyside que ganó en Anfield el Everton (0-2), con un gol del brasileño Richarlison a pase del colombiano James Rodríguez y otro de penalti del islandés Gylffi Sigurdssonl, agrandó la crisis del Liverpool, que encajó su cuarta derrota seguida en casa en la Premier. Ahora mismo está fuera de los puestos de Europa, en la sexta posición, y a 16 puntos del Manchester City, que encima tiene un partido menos.

El cuadro de Jurgen Klopp, además, alarga su mal camino en su estadio. Con este nuevo tropiezo, ante el conjunto de Carlo Ancelotti, lleva ya cuatro partidos consecutivos derrotado en Anfield.

El derbi de la ciudad de Liverpool se desequilibró a los tres minutos con un gran pase al espacio de James que culminó a la perfección Richarlison.

Desde ese momento el equipo local se volcó sobre la portería de Jordan Pickford, que sostuvo al conjunto de Ancelotti con intervenciones decisivas.

Un equipo organizado

El cuadro de Klopp acaparó el balón, la posesión y también las ocasiones. Pero ni Mohamed Salah ni Sadio Mané ni Roberto Firmino estuvieron acertados.

El Everton mantuvo el tipo todo el tiempo. Bien organizado y sin dejar espacios frustró cada intento local hasta asegurar el triunfo a nueve minutos del final.

Lo consiguió gracias a un penalti que transformó el islandés Gylffi Sigurdsson previamente cometido por Trent Alexander Arnold por un derribo dentro del área a Dominic Calvert Lewin, que a la hora de juego sustituyó a James Rodriguez. Es la primera vez desde 1999 que el Everton gana en Anfield.

La derrota deja al Liverpool fuera de los puestos europeos. Es sexto en la tabla con los mismos puntos ahora que el Everton. Ambos tienen el quinto del West Ham a dos y al Chelsea, cuarto, a tres.