Los Juegos Olímpicos de Tokio continúan su peculiar ruta plagada de contratiempos mientras los responsables de la organización, sin presidente tras la renuncia la semana pasada de Yoshiro Mori, insisten que la competición se llevará a cabo aunque tenga que celebrarse a puerta cerrada si los datos de la pandemia siguen siendo preocupantes a finales de julio. Mientras tanto, desde diversos ámbitos, la ciudadanía nipona se muestra preocupada. Ahora han sido los empresarios los que apuestan por una cancelación definitiva del certamen.

Así, más de la mitad de las empresas japonesas quieren que se cancelen los Juegos que ya se aplazaron en 2020 cuando buena parte de los países se encontraban confinados total o parcialmente. Ahora una encuesta realizada por Tokyo Shoko Research, citada por Reuters, resuelve que el 56,0% de las empresas japonesas están a favor de la cancelación definitiva de los Juegos. En agosto del año pasado se realizó esta encuesta por primera vez y entonces el 53,6% de los encuestados rechazaban los Juegos. Por lo tanto, siete meses después la oposición a los JJOO en el sector empresarial japonés ha aumentado un 2,4%.

Sin pérdidas para muchas empresas

Por si fuera poco solo el 7,7% de las empresas encuestadas estiman que los Juegos se deberían hacer como si nada, como estaban programados hace un año antes del aplazamiento. Participaron nada menos que 11.000 empresas. La consulta se realizó antes de la dimisión de Mori y antes de que Japón se alterase con su comentario contrario a ampliar el número de mujeres en el comité organizador de los Juegos, ya que a su juicio hablaban mucho en las reuniones. Esta metedura de pata propició una ola de protestas en todo Japón, tanto a nivel político, social y deportivo, con las principales figuras femeninas del país mostrando el enfado hacia Mori.

Asimismo, y como dato muy a tener en cuenta, el 70% de las empresas que participaron en la cuesta indicaron que la cancelación apenas les produciría pérdidas económicas.

Una encuesta anterior realizada en Japón a principios de año mostró un rechazo unánime de la población con un 80% de personas contraria a los Juegos en las actuales condiciones, aunque también es cierto que desde que Tokio logró la nominación, mucho antes de la pandemia, los Juegos nunca han conseguido grandes simpatías en el país.